Inmediatamente apareció una huella roja en la cara hinchada de Yannie.

Yannie se mordió el labio y se sujetó con una mano la mejilla hinchada y dolorida mientras miraba a Thomas, que estaba inmovilizado en el suelo.

Ella abrió la boca, con la intención de decir algo, pero no pudo evitar sentir que nada de lo que dijera sería correcto.

Finalmente, se mordió el labio, se llevó la otra mano al bolsillo y marcó disimuladamente el número de su contacto de emergencia.

Tenía dos contactos de emergencia: uno era Thomas y el otro su madre, la señora Flores. Como no podía marcar con precisión el número de Luna para pedir ayuda sin mirar el teléfono, no tuvo más remedio que llamar a la señora Flores.

Pronto, el teléfono vibró en su bolsillo, indicando que la señora Flores contestó a la llamada.

Yannie se mordió el labio y se puso de rodillas. "¡Señor Howard, señora Howard, Thomas no tenía intención de hacer nada de esto! Cuando me trajo a la mansión Howard, lo único que pretendía era manten