Con un fuerte portazo, el guardaespaldas de Luna abrió de una patada la puerta de la mansión Howard, y Luna entró corriendo en la mansión con Gwen y Rachel. En cuanto lo hicieron, vieron a unas cuantas sirvientas que se apresuraban a limpiar y hacer sus tareas.

Las sirvientas se asombraron al ver a personas entrando en la mansión. Posteriormente, comprendieron el motivo por el que estaban aquí. Así, la sirvienta principal señaló al piso superior mientras bajaba la voz y decía: "La señora Hughes, el joven amo y la señorita Yannie están en la habitación de invitados, al final del pasillo. Si... vinieron a salvarlos, deben darse prisa. Ya pasaron diez minutos... y probablemente lleguen demasiado tarde".

Luna se sorprendió al escuchar eso. Sin perder un segundo, subió corriendo las escaleras hasta el segundo piso y enseguida vio a Yannie, con las manos y las piernas atadas a la barandilla del pasillo y una toalla metida en la boca.

Evidentemente, ella estaba luchando contra sus cadenas