Al mirar la carta de consentimiento, Gwen sintió un conflicto. Frunció el labio y miró hacia la sala de urgencias.

Desde el hueco de la puerta, pudo ver a Steven acostado en la cama con la mano cubriéndole la cintura. No tenía expresión alguna en la cara y parecía que estaba distraído mirando al techo. A pesar de eso, Gwen podía sentir que algo le preocupaba.

No sabía qué le preocupaba, pero... Gwen respiró hondo y aceptó la carta de consentimiento del doctor. Luego, buscó un lugar para sentarse con el bolígrafo.

Antes de firmar, miró al doctor. "Le... ¿Le quedarán efectos secundarios cuando se recupere de la herida?".

El doctor sonrió. "No, no debería haber ningún efecto secundario. Sin embargo, como su novia, deberías cuidarlo bien y no dejar que vuelva a hacerse daño".

El rostro de Gwen se puso ligeramente pálido. Se mordió el labio y bajó la cabeza. Justo cuando estaba a punto de firmar su nombre en la carta de consentimiento, una fría voz femenina llegó desde muy lejos.

"Esp