"¿Irte?". El mayordomo, que estuvo de pie a un lado todo este tiempo, se detuvo un momento antes de sonreírle a Sean. "¿A dónde vas, Segundo Joven Amo?".

"Ya envié a mis hombres a tu casa para empacar tus maletas y también le ordené que las llevaran a la Mansión Landry".

Luego, él sacó un par de llaves de su bolsillo y continuó: "Estas son las llaves de la puerta principal. Todas las puertas están aseguradas con cerraduras de huellas dactilares, pero, desafortunadamente, aún no han registrado tus huellas en nuestro sistema, no podrás acceder sin las llaves. Por lo tanto, te daré las llaves de repuesto para que puedas volver a casa por el momento".

"La otra llave es para tu habitación. Hemos dispuesto que duermas en la habitación que está entre la del Joven Amo y la de la Señorita Luna; es espaciosa con una vista hacia el balcón".

"Esta es la llave de su coche. Ya envié a alguien para que recuperara el coche nuevo que la familia Landry compró el año pasado y lo transferí a tu nombre