Luna apenas se había sentado y ni siquiera había tomado un sorbo de su bebida, pero ella ya quería irse. Malcolm se sorprendió por eso.

¡Sus hombres aún no le habían colocado el dispositivo de rastreo!

En cuanto él pensó en esto, Malcolm se apresuró a decirle: "Luna, sé que tomé una decisión precipitada, pero todo es porque te extrañe demasiado".

Él maniobró hacia el lado de Luna y extendió su mano para agarrar la muñeca de ella. La tristeza y la culpa estaban grabadas en sus ojos. "Ya que saliste... ¿Por qué no cenamos?’’.

"Te extrañé tanto en todo este tiempo que no he podido comer ni dormir bien. Sabía que no saldrías de casa sin una razón específica, así que usé esto como excusa para que vinieras a verme...", él dijo en un tono suplicante.

Luna frunció el ceño y miró el rostro de Malcolm. A pesar de que ella todavía estaba un poco reacia a la idea de que él la engañara...

Malcolm notó que la expresión de ella se había suavizado, así que él dejó escapar un suspiro y agarró la