"Ahora... ya no puedo más". Ella dejó escapar una sonrisa amarga y miró a Joshua. "Afortunadamente viví una vida muy larga, así que no me arrepiento de nada. La única persona que me preocupa eres tú”.

"Tu madre falleció cuando naciste y tu padre nunca se preocupó por ti, así que yo te críe. Sé lo terco y solitario que eres...".

Dicho eso, la Abuela Lynch miró a la puerta. Ella pudo distinguir a las cuatro personas a través del vidrio mate.

Neil estaba sentado en su silla de ruedas mientras Nigel estaba parado detrás de él. Por otro lado, Luna estaba agachada frente a Nellie, secándole las lágrimas del rostro.

La Abuela Lynch miraba sus vagas siluetas a través del cristal, con una leve sonrisa en los labios. "Luna es una mujer buena. Me alegro de que la tengas a tu lado, y me conmueve mucho que ella esté dispuesta a sacrificarse tanto por una anciana como yo, pero…”.

Ella levantó la cabeza para mirar a Joshua. "Tengo dos peticiones para ti".

Joshua agarró su mano con fuerza y dijo