Todo el cuerpo de Luna se puso tenso. Ella apretó la mano de la Abuela Lynch con más fuerza y la tranquilizó: "No te preocupes".

"Yo...". Luna hizo una pausa y respiró profundamente. De repente, los recuerdos recientes de Joshua aparecieron en su mente, desde todas las cosas que Joshua hizo por ella hasta la voz de Joshua en el mensaje de Anne.

Esto la hizo estar aún más decidida a comprometerse con él, así que ella respondió con seriedad: "Prometo que, pase lo que pase en el futuro, nunca abandonaré a Joshua".

Con la promesa de Luna, la Abuela Lynch finalmente sintió la sensación de alivio que deseaba. Ella cerró los ojos y soltó la mano de Luna.

Las máquinas que la rodeaban empezaron a sonar. Los doctores entraron corriendo a la habitación.

"¡La condición de la paciente se está deteriorando! ¡Traigan epinefrina! ¡Visitantes, por favor, abandonen la habitación!".

Luna fue sacada de la habitación por Alfred. Poco después, la cama de la Abuela Lynch estaba rodeada de doctores que