Luna reprimió el sentimiento de repugnancia en su corazón. "Michael Lynch, creo que debes tener en claro que nuestro supuesto compromiso fue solo una táctica que surgió por una emergencia. No tengo la intención de casarme contigo, y tampoco quiero discutir una fecha de matrimonio contigo".

"¿Es así?". Michael, al otro extremo de la llamada telefónica, se rio. "Pero, Luna, la novedad de nuestro compromiso y las fotos en las que estabas intentando besarme en el escenario anoche están en todos los medios. Si miras cualquier canal de noticias de la Ciudad Banyan, verás las buenas nuevas".

Michael soltó una carcajada. "Te aconsejo que te reúnas conmigo de inmediato. De lo contrario, podría contarle a la prensa cómo mi prometida está viviendo con mi hermano en la misma casa…’’.

“Piensa en lo que eso le haría a tu reputación”.

Luna entrecerró los ojos con frialdad al escuchar las palabras de Michael.

Después de un rato, ella se mordió el labio. "Dame la dirección".

Michael, al otro extr