"Puedo cuidar de Luna. Creo que debería viajar en el otro coche...".

Esta vez, sin embargo, Joshua no le respondió.

La sugerencia de Lucas fue recibida con un silencio sepulcral.

A pesar de que tenía los ojos cerrados, Luna podía sentir la mirada de Joshua sobre ella. Ella no pudo evitar sentirse un poco nerviosa al ser observada de esa manera.

Con los ojos aún cerrados, ella trató de convencerse a sí misma de no creer lo que Joshua había dicho.

¿Cómo podía Joshua estar preocupado por ella? Si él estuviera realmente preocupado, no la habría enviado al manicomio, en primer lugar...

La cabeza de Luna se volvió cada vez más pesada al pensar en eso hasta que finalmente cayó en un sueño profundo.

Mientras ella dormía, todavía podía sentir vagamente que alguien le levantaba la mano izquierda lesionada.

Joshua observó el dedo meñique roto de Luna con una mirada penetrante pero de alguna manera complicada.

Para algunas personas, un dedo meñique roto no afectaría mucho en su vida coti