13 de septiembre de 2016
Querido diario,
Estos últimos meses han sido una montaña rusa de emociones mientras me adaptaba a esta nueva y sorprendente realidad en la que me encontraba. Aceptar la existencia de los lobos y todo lo que ello conlleva ha sido, para decirlo suavemente, algo extraño y abrumador.
Mamá, por su parte, evita hablar del tema conmigo. Cada vez que intento sacar el asunto, ella se limita a decir que sabe lo necesario y suficiente. Una tarde, mientras preparábamos la cena, en un raro momento de apertura, me confesó que ella y Rafe eran compañeros predestinados, aunque admitió que no sabía mucho más allá de eso. Su voz se llenaba de cariño cada vez que mencionaba a Rafe, pero sus ojos evitaban los míos, como si ocultaran un mar de secretos insondables.
Con Max y Kallie, hablo de vez en cuando sobre todo lo relacionado con los lobos, pero nuestras conversaciones suelen ser breves y superficiales. Parece que hay un límite invisible que ninguno de nosotros se atreve a cruzar.
Y luego está Owen. Se fue hace unos días para comenzar su entrenamiento como Alfa, y su ausencia ha dejado un vacío inesperado en mi vida. Cada día, espero ansiosamente sus cartas. Cuando llegan, me encierro en mi habitación, devorando cada palabra, cada descripción de sus días y su entrenamiento. Me cuenta de los desafíos que enfrenta y de lo que aprende, y yo, a cambio, le escribo sobre la escuela y mi propio entrenamiento, intentando transmitirle la normalidad de mi día a día.
Pero lo cierto es que extraño a mi amigo. Extraño sus bromas, su sonrisa fácil y la manera en que siempre sabía qué decir para hacerme sentir mejor. Sus cartas son un pequeño consuelo, pero no sustituyen su presencia.
Cierro los ojos y me imagino a Owen entrenando, convirtiéndose en el líder que está destinado a ser. Y aunque me siento orgullosa de él, no puedo evitar sentir también un poco de tristeza por la distancia que nos separa.
Con cariño, Grace.
Grace
—Es extraño que Owen te escriba tanto, —comentó Kallie, mientras ambas nos preparábamos para nuestro entrenamiento en la colchoneta. Sus palabras estaban teñidas de curiosidad mientras se ataba el cabello en una coleta alta.
—Somos amigos, no me parece extraño, —respondí, intentando enfocarme en estirar mis músculos antes de empezar.
Kallie y yo comenzamos una serie de movimientos, una especie de danza de empujones y bloqueos. Mientras nos movíamos, nuestras conversaciones se convirtieron en susurros, casi perdidos entre la concentración y el esfuerzo físico.
—Eso es lo raro, Grace. Owen no es de los que se socializan mucho, —dijo Kallie, esquivando uno de mis movimientos. —Es más bien reservado con la mayoría.
Esquivé un empujón suyo y respondí:
—Sí, pero hemos sido amigos desde que llegué aquí.
Nuestro entrenamiento se intensificó, nuestras respiraciones se hacían más fuertes y los golpes más rápidos, pero seguimos hablando en susurros.
—Pero no podría pasar nada entre nosotros, —dije en un momento, sintiendo un extraño nudo en el estómago. —Él encontrará a su compañera loba cuando cumpla los 18.
Kallie esquivó mi ataque y respondió con una mirada astuta.
—Aunque seas humana, podrías ser su compañera. ¿Lo sabías?
Sus palabras me tomaron por sorpresa, y por un instante, me distraje, lo que Kallie aprovechó para hacerme perder el equilibrio.
Hubo un momento de silencio, solo interrumpido por el sonido de nuestras respiraciones y el leve roce de nuestros pies sobre la colchoneta. Luego, en un impulso, Kallie atacó nuevamente, pero esta vez logré desequilibrarla, y en un movimiento fluido, la inmovilicé en el suelo.
—¡Ríndete! —exclamé, sintiéndome victoriosa pero también exhausta.
Kallie se echó a reír debajo de mí.
—Está bien, está bien, ¡me rindo! Pero, ¿segura que no hay nada entre tú y Owen?
Me levanté, ayudándola a ponerse de pie.
—Nada, —afirmé con una sonrisa. —De hecho, mis ojos están puestos en alguien más.
La expresión de sorpresa de Kallie fue impagable.
—¿En serio? ¿Quién es? —preguntó, su curiosidad claramente despertada.
Me encogí de hombros, guardando el secreto para mí.
—Eso es algo que me guardaré por ahora. Pero no te preocupes, te enterarás cuando sea el momento.
Nos quedamos mirando la una a la otra, compartiendo una risa cómplice.
Al llegar a casa, mi corazón dio un pequeño salto de alegría al ver una carta de Owen en el recibidor. Estaba a punto de correr a mi habitación para leerla en privado cuando Anya apareció de repente en el pasillo, bloqueándome el paso con una mirada desafiante.
—¿Otra carta de Owen? —preguntó Anya, su voz cargada de veneno. —Debe ser difícil para él tener que escribirle a alguien tan insignificante.
Tomé una profunda respiración, intentando mantener la calma.
—No veo por qué te importa tanto lo que Owen hace o deja de hacer, —respondí, tratando de pasar por su lado.
Anya se movió, bloqueándome de nuevo.
—Me importa porque es ridículo. Él es el futuro Alfa, y tú... bueno, tú no eres nadie.
—Yo soy su amiga, —repliqué, sintiendo cómo la ira comenzaba a hervir dentro de mí. —Y no necesito ser alguien 'importante' para que mi amistad tenga valor.
—¿Amiga? ¿Realmente crees eso? —se burló Anya, con una risa fría. —Por favor, Grace. Eres solo una distracción para él, nada más.
Las palabras de Anya me dolieron, pero me negué a mostrarle cuánto.
—No tienes idea de lo que hablas, Anya. Y no voy a dejar que tus comentarios mezquinos me afecten.
Anya se acercó más, sus ojos brillando con desdén.
—Deberías. Porque la verdad es que nunca serás parte de nuestro mundo. Siempre serás la extraña, la humana.
Sus palabras me golpearon como un puñetazo en el estómago, pero me mantuve firme.
—Quizás no nací en este mundo, pero no necesito tu aprobación para saber quién soy.
Anya me miró con una mezcla de desdén y algo más, algo que no podía identificar del todo.
—Eres una broma, Grace. ¿Crees que realmente importas? Eres solo una humana.
Sus palabras hirientes me picaron, y algo dentro de mí se encendió.
—¿Estás celosa, Anya? —le pregunté, una osadía creciendo dentro de mí. —Porque, a diferencia de ti, yo recibo cartas de Owen.
Su rostro se endureció y sus ojos se estrecharon.
—¿Celosa? ¿De ti? —escupió con desprecio. —Por favor, no me hagas reír. No eres nada comparada conmigo.
—Entonces, ¿por qué te importa tanto? —insistí, sintiendo una mezcla de valentía y miedo. —¿Por qué te molesta que Owen y yo seamos amigos?
Anya dio un paso adelante, su furia apenas contenida.
—Porque tú no perteneces aquí, Grace. Y Owen... él merece algo mejor que una... una simple humana.
Antes de que pudiera responder, Anya levantó la mano y me dio un cachetazo. El golpe me tomó por sorpresa, enviando un dolor punzante a través de mi mejilla. Por un momento, todo lo que pude hacer fue sostenerme la cara, shockeada.
—¡Anya! —exclamé, mi voz temblorosa por la sorpresa y el dolor. —¿Qué te pasa?
Anya me miró con ojos fríos.
—No vuelvas a insinuar que estoy celosa de ti. Y recuerda tu lugar.
Con eso, dio media vuelta y se alejó, dejándome allí, con la mejilla ardiendo y el corazón latiendo fuertemente. No podía creer lo que acababa de pasar. Cerré los ojos por un momento, tratando de calmar el torbellino de emociones que me invadía. Luego, con la carta de Owen todavía en mi mano, subí a mi habitación, decidida a no dejar que el odio de Anya me derrotara.
Abrí la carta de Owen, encontrando consuelo en sus palabras manuscritas. Su letra era desenfadada, con ese estilo único y personal que siempre me había gustado.
Hey Grace,
¡El entrenamiento en el bosque está siendo una locura! Todos los días son como una maratón de obstáculos, pero en modo extremo. Estamos aprendiendo técnicas de supervivencia, cómo orientarnos en el bosque, y un montón de cosas sobre resistencia y fuerza. Creo que he descubierto músculos en mi cuerpo de los que ni siquiera sabía que existían.
Pero, déjame contarte algo gracioso que le pasó a Dan. El otro día, mientras practicábamos sigilo y rastreo, Dan estaba tan concentrado en no hacer ruido que no vio una raíz sobresaliente y ¡pum! Se fue de bruces al suelo. Lo mejor fue que intentó levantarse rápidamente, actuando como si nada hubiera pasado, pero todos lo vimos. Fue imposible no reírse. Ahora lo llamamos 'Dan el Sigiloso' a modo de broma, aunque él no está muy contento con el apodo.
¿Cómo estás tú? ¿Cómo van las cosas por allí? Me gustaría poder estar ahí para hablar en persona. Te extraño, Grace. Espero que no estés metiéndote en demasiados problemas sin mí para mantenerte a raya.
Cuídate mucho y escríbeme pronto.
Con cariño, Owen
Sonreí mientras leía la carta. A pesar de la distancia y las circunstancias, Owen tenía esa habilidad de hacerme sentir como si estuviera ahí con él. Sus palabras me traían un poco de su mundo y sus experiencias, y por un momento, pude olvidar las tensiones y preocupaciones de mi propia vida.
Agarré un bolígrafo y un papel, sonriendo aún por la carta de Owen. Me senté en mi escritorio, lista para compartir un poco de mi mundo con él.
Querido Owen,
¡Me alegró tanto recibir tu carta! No puedo imaginar cómo es entrenar en el bosque, pero suena como una aventura increíble. Y lo de 'Dan el Sigiloso', ¡no pude evitar reírme! Parece que están pasando buenos momentos a pesar del duro entrenamiento.
Por aquí, las cosas van bien. He estado entrenando mucho también. ¡Hoy incluso vencí a Kallie en una pelea de entrenamiento! No está mal para una humana, ¿verdad? Ella se lo tomó con humor, afortunadamente.
Con Anya... bueno, las cosas son un poco más complicadas. Pero estoy manejándolo. Estoy segura de que las cosas mejorarán eventualmente. No voy a dejar que sus actitudes me afecten demasiado.
Y antes de que se me olvide, ¡feliz cumpleaños anticipado! Espero que, a pesar de estar lejos y en medio del entrenamiento, puedas disfrutar de tu día especial. Te mando mis mejores deseos y un montón de energía positiva.
Cuídate mucho.
Con cariño, Grace.
Doblé la carta con cuidado y la metí en un sobre. Escribirle a Owen siempre me hacía sentir más cerca de él, como si a través de esas palabras pudiéramos mantener viva nuestra amistad a pesar de la distancia.
Tomé la pulsera de cuero trenzada que había comprado para Owen. Era simple pero elegante, con un dije de un versigir, un símbolo que sabía que le gustaría. El versigir, con su diseño intrincado y significado de protección y guía, me pareció perfecto para él, especialmente en este momento de su vida en el que estaba enfrentando tantos desafíos y cambios.
Con delicadeza, envolví la pulsera en un pequeño trozo de papel de seda y la deslicé dentro del sobre junto con la carta. Quería que Owen tuviera algo que le recordara que, a pesar de la distancia, estaba pensando en él y apoyándolo.
11 de octubre de 2016Querido diario,Hoy es un día importante para Owen; está cumpliendo 18 años. Me imagino que debe estar emocionado, o quizás nervioso, por su primera transformación en lobo. La última carta que recibí de él decía que había adorado el regalo y que lo atesoraría por siempre. Sus palabras me llenaron de alegría y me hicieron sentir cerca de él, a pesar de la distancia.Le respondí pidiéndole, si era posible, una foto de su forma de lobo una vez que se transformara. La idea de verlo en esa forma tan única y poderosa me llena de curiosidad y un poco de asombro. Aunque me emociona la idea, aún estoy esperando su respuesta, con una mezcla de impaciencia y nerviosismo.Anya, por otro lado, ha estado insoportable últimamente. Casi todos los días me dice cosas hirientes y no se cansa de lanzarme groserías. Afortunadamente, desde aquel incidente, no ha vuelto a tocarme, pero sus palabras siguen siendo como espinas que intento ignorar. He aprendido a mantenerme fuerte y no de
16 de octubre de 2016Querido diario,Hoy fue un día emocionante, porque Dan y Owen finalmente regresaron a casa para pasar unos días antes de volver a su riguroso entrenamiento. Al llegar de la escuela y encontrarlos en la sala, mi corazón se llenó de alegría y no pude evitar correr hacia ellos para abrazarlos.Dan y Owen estaban irreconocibles. Más grandes, más musculosos. Owen, en particular, había pasado por una transformación impresionante. Su apariencia ahora era la de un hombre hecho y derecho, con una presencia fuerte y distintiva. Su cabello oscuro, corto y un poco desordenado, complementaba perfectamente su mirada intensa y penetrante. Sus rasgos faciales, más marcados, resaltaban una mandíbula cuadrada y pómulos prominentes, con cejas bien definidas sobre unos impresionantes ojos azules claros. Lo que más llamó mi atención fueron los tatuajes de estilo tribal que recorrían sus hombros y se perdían debajo de su camiseta hacia su pecho. Los diseños me recordaban a ramas o
17 de octubre de 2016Querido diario,Hoy tengo planes para ir al cine con Owen. No puedo negar que estoy emocionada por la salida, es una oportunidad para disfrutar de un momento normal, lejos de las complicaciones y tensiones de nuestras vidas actuales.Sin embargo, hay una parte de mí que se siente un poco inquieta. Desde nuestra conversación sobre el vínculo de compañeros, no he podido dejar de pensar en el hecho de que, en algún momento, Owen encontrará a esa persona especial y su vida cambiará significativamente. Me pregunto si al pasar tiempo juntos le estoy quitando momentos preciosos que podría estar compartiendo con su futura compañera.A pesar de estos pensamientos, intento recordarme que Owen es mi amigo y que él mismo eligió pasar tiempo conmigo. No debería sentirme culpable por disfrutar de su compañía. Además, Owen siempre ha sido claro sobre su cariño y amistad hacia mí.Intentaré dejar de lado estas inquietudes y simplemente disfrutar el día con él. Después de todo, l
18 de octubre de 2016Querido diario,Ayer sucedió algo que aún me cuesta asimilar. Owen me besó, y la intensidad de lo que sentí fue tan abrumadora que mi única reacción fue huir. No podía entender lo que estaba pasando, ni lo que sentía. Todo mi cuerpo y mi mente estaban en un torbellino de emociones.Owen me alcanzó rápidamente, preocupado por mi reacción repentina. Quería hablar sobre lo que había pasado, lo vi en sus ojos, pero yo no estaba lista. No podía enfrentar ese momento, no todavía. Simplemente asentí, incapaz de articular palabra, y él, entendiendo mi necesidad de espacio, me llevó a casa en silencio. La tensión entre nosotros era palpable, pero también había una comprensión de que necesitábamos tiempo para procesar.Cuando llegamos a la puerta de mi casa, Owen rompió el silencio. "Vendré más tarde a buscarte para salir," dijo, su voz suave pero firme. Antes de que pudiera responder, se acercó y me dio un beso en la mejilla, un gesto tierno pero cargado de significado. L
11 de octubre de 2016Querido diario,Después de colgar la llamada con Owen, me quedé sentada en la cama, sosteniendo mi móvil con ambas manos. Abrí la foto que me había enviado de su lobo, Tyr. Aunque la pantalla era pequeña, la imagen del lobo era impresionante, transmitiendo una sensación de poder y majestuosidad que iba más allá de su tamaño físico.Tyr era inmensamente grande, incluso en la fotografía podía apreciar su estatura imponente. Su pelaje oscuro tenía un brillo especial bajo la luz de la luna que lo hacía parecer casi místico. Pero lo que más me atrapó fueron sus ojos: unos ojos azules intensos, tan vivos y expresivos, exactamente iguales a los de Owen. Era como si una parte de Owen estuviera mirándome a través de la foto.Mientras observaba la imagen, una mezcla de emoción y nerviosismo me recorrió. Owen había mencionado en la llamada que Tyr estaba ansioso por conocerme. La idea de encontrarme cara a cara con este ser majestuoso y poderoso era emocionante, pero tambié
22 de noviembre de 2016 Querido diario,Hoy recibí una carta de Owen que me dejó completamente desolada. Nunca pensé que unas pocas líneas de texto podrían impactarme de manera tan profunda. La carta estaba escrita con su habitual caligrafía, esa que había llegado a conocer y esperar con ansias, pero el mensaje que contenía era algo que nunca esperé leer.La releí varias veces, mis ojos recorriendo una y otra vez las palabras, esperando que en alguna de esas lecturas el significado cambiara. Pero no lo hizo. Cada palabra parecía tallar una marca de dolor en mi corazón.Sentada en mi habitación, con la carta en la mano, sentí un nudo en la garganta y las lágrimas empezaron a correr por mis mejillas. Me costaba respirar, como si cada inhalación fuera una lucha. Con un dolor que me consumía el alma, tomé una hoja de papel y empecé a escribirle una respuesta. Mis palabras eran un reflejo de mi corazón roto, un adiós lleno de amor y tristeza.Una vez que terminé la carta, supe que necesit
24 de diciembre 2016Querido diario,Hoy es Navidad, y la sensación de pasar esta noche sin mi mamá es extrañamente solitaria. La festividad aquí en la escuela es cálida y llena de alegría, pero hay un hueco en mi corazón donde deberían estar los recuerdos familiares. Sin embargo, en lo profundo de mí, sé que estar aquí es lo mejor para mí en este momento.A las dos semanas de que llegué a esta escuela y ya había encontrado mi lugar. Mis nuevos amigos han sido increíblemente acogedores y comprensivos. Han estado ahí para mí, haciendo que los días sean más llevaderos y llenos de risas genuinas. Su amistad ha sido un bálsamo para mi corazón herido.Poco a poco, siento que estoy sanando. Las heridas del pasado, aunque todavía presentes, están comenzando a cicatrizar. Hace algunos días que ya no me voy a la cama llorando, lo cual considero un gran avance. Me acuesto pensando en el día, en las pequeñas victorias y en los momentos felices que he compartido con mis nuevos amigos. Eso tiene q
7 de mayo de 2017Querido diario,Hoy cumplo un año más, y para mi sorpresa, mis amigos en la escuela han planeado algo especial para mí. A pesar de que las fiestas están casi prohibidas aquí, han decidido organizar una pequeña reunión en secreto en la habitación de Jackson. Sí, ese Jackson del que te he hablado antes.Jackson siempre ha sido increíblemente dulce conmigo. Ha intentado invitarme a salir varias veces, mostrando una paciencia y una amabilidad que realmente aprecio. Aunque me ha pedido salir más veces de las que puedo contar, siempre he declinado sus invitaciones. No estoy segura de por qué, quizás todavía estoy aferrada a algo que ya no debería importar.No he sabido nada de Owen desde aquella última carta, ni de su supuesta compañera. Aunque sé que debería estar avanzando, la idea de que él ya ha encontrado a alguien que se supone es su destino predestinado me hace sentir una tristeza que no puedo sacudirme de encima. Me pregunto si alguna vez podré dejarlo ir completam