26 de junio de 2016
Querido diario,
Siento que estoy caminando en un sueño del que no puedo despertar. Todo esto de la manada y los lobos parece una historia sacada de un libro de fantasía, y no sé cómo manejarlo. Es demasiado loco para ser real, ¿verdad?
Me da mucho miedo pensar en contarle esto a mamá o a alguien más. ¿Y si piensan que estoy loca? ¿Y si se ríen de mí, o peor aún, se preocupan seriamente por mi cordura? Me siento atrapada en mis propios pensamientos, y cada día que pasa se hace más difícil.
He estado encerrada en casa por unos días, diciendo que me siento mal, pero esa excusa ya no puede durar mucho más. Además, no puedo seguir ignorando las visitas constantes de Max, Kallie y Owen. Ellos han estado viniendo a mi puerta, llamándome y enviándome mensajes. Puedo oír sus voces llenas de preocupación al otro lado de la puerta, preguntándose qué me pasa. Siento una mezcla de gratitud y ansiedad por su persistencia. Por un lado, me siento querida y cuidada; por otro, me siento acorralada y sin salida.
No sé qué hacer, diario. Siento que tengo que hacer algo pronto, tomar una decisión, enfrentar esta realidad o seguir escondiéndome. Pero la idea de enfrentar todo esto me llena de un miedo que no puedo describir. Es como estar al borde de un precipicio, sabiendo que tengo que saltar, pero sin poder ver lo que hay debajo.
Tengo que encontrar la manera de hablar con ellos, especialmente con Owen. Quizás él pueda darme las respuestas que necesito, o al menos ayudarme a entender mejor lo que está pasando. Pero el miedo a lo desconocido, a lo que podría descubrir, me mantiene paralizada.
Con cariño, Grace.
Grace
—Grace, abre la puerta, —resonó la voz de Owen desde el otro lado, cargada de preocupación. Con un suspiro, me levanté de la cama, sintiendo cada músculo de mi cuerpo cansado y pesado. Mis pasos hacia la puerta eran lentos, como si caminara a través de una espesa niebla.
Cuando finalmente abrí la puerta, Owen entró rápidamente, como si llevara horas esperando ese momento.
—Grace... —susurró al ver mi rostro. Mis ojos estaban hinchados y rojos por las lágrimas que había derramado en soledad.
—Siéntate, estoy bien, —le dije, aunque mi voz temblorosa contradecía mis palabras. Lo dirigí hacia la silla frente a mi escritorio, donde estaban esparcidos todos los papeles y notas sobre lobos y manadas que había estado investigando.
Owen se sentó lentamente, sus ojos recorriendo los papeles esparcidos antes de volver a mirarme.
—Max y Kallie me explicaron lo que pasó, —dijo, su voz suave pero firme. —¿De verdad no sabías nada?
Sus palabras me hicieron sentir aún más vulnerable.
—Lo estás confirmando, ¿no? —respondí, sentándome de nuevo en la cama, mis rodillas abrazadas contra mi pecho. Me acurruqué, buscando consuelo en mi propia cercanía.
—Sí, —admitió Owen con un suspiro, como si le costara aceptar la situación. —Al fin de cuentas, tu mamá se casó con un Beta.
—¿Y nunca me dijo nada? —pregunté, con una mezcla de sorpresa y confusión.
Owen asintió lentamente.
—Creo que quería protegerte, mantenerte alejada de todo esto hasta que fuera necesario. Pero quizás subestimaron cuánto ya eras parte de todo.
Me sentía abrumada, con mil preguntas dando vueltas en mi cabeza.
—¿Y qué significa esto para mí? ¿Soy diferente también?
—No, Grace, no eres como nosotros en ese sentido, —explicó Owen. —Pero eres parte de nuestra comunidad, de nuestra manada, por así decirlo. Eso te hace especial para nosotros, y te queremos y protegemos igual.
—Yo… —comencé, con un hilo de voz, —si todo esto es verdad... si realmente hay... lobos, ¿eso significa... que me harán daño?
En ese momento, vi una chispa de ira cruzar por los ojos de Owen. Se levantó bruscamente de la silla, sus manos apretadas en puños a los lados.
—¿Cómo puedes pensar eso, Grace? —exclamó, su voz elevándose en frustración. —¿De verdad crees que nosotros, que yo, te haríamos daño?
Me encogí un poco, sorprendida por su reacción.
—No lo sé, Owen. Es todo tan nuevo y... y aterrador para mí, —admití, sintiendo un nudo en la garganta.
Owen dio un paso hacia mí, luego se detuvo, como si luchara por controlar sus emociones.
—Grace, tienes que entender algo. Ser parte de una manada, ser lo que somos... no se trata de hacer daño. Es sobre protección, sobre familia. Y tú... tú eres parte de esto ahora, lo quieras o no.
Sus palabras me envolvieron como una manta, calientes y confusas al mismo tiempo.
—Pero yo no soy... no soy como ustedes, —dije, sintiendo una oleada de incertidumbre.
—Quizás no de la misma manera, —respondió Owen, su voz suavizándose. —Pero eso no cambia cómo nos sentimos acerca de ti. No dejaríamos que te pasara nada, Grace. Nunca.
Miré a Owen, viendo la sinceridad en sus ojos.
Aún con la incertidumbre anudada en mi estómago, decidí hacer una de las preguntas que más me quemaba por dentro.
—Owen, ¿eres el líder de la manada? ¿Por eso todos llaman 'Alfa'?
Owen se pasó una mano por el cabello, suspirando antes de responder.
—Aún no, Grace. En unos meses, tengo que irme a otro lugar para entrenar. Es parte de convertirme en el Alfa.
Me quedé mirándolo, tratando de asimilar esa información.
—¿Y Dan? ¿Qué pasa con él?
—Dan vendrá conmigo, —dijo Owen. —Él se está preparando para ser el Beta. Es una tradición, el Alfa y el Beta entrenan juntos, aprenden a liderar y proteger la manada juntos.
La idea de ellos yendo a algún lugar lejano y desconocido para entrenar me hizo sentir un poco nerviosa.
—¿Y qué significa eso para... para ti y para los demás? —pregunté, intentando entender cómo funcionaba todo.
—Significa responsabilidad, liderazgo, —explicó Owen. —Significa proteger a los nuestros, tomar decisiones difíciles. No es solo sobre fuerza, sino también sobre sabiduría y comprensión. Y cuando regresemos, será con el conocimiento y la experiencia necesarios para guiar a la manada.
Su voz era firme, pero podía ver en sus ojos que la idea de esa responsabilidad pesaba sobre él. Por un momento, lo vi no solo como el chico popular de la escuela, sino como alguien que estaba a punto de asumir un rol mucho más grande y desafiante.
—Debe ser un gran cambio para ti, —dije suavemente.
Owen asintió.
—Lo es, Grace. Pero es parte de lo que somos. Y aunque suene intimidante, es también un honor. Es nuestra forma de vida.
Miré a Owen, mi curiosidad creciendo con cada revelación.
—Entonces, ¿qué más implica ser lobos o vivir en una manada? Debe haber más que entrenamientos y jerarquías, ¿no?
Owen se recostó en la silla, pareciendo reflexionar sobre cómo explicar.
—Sí, hay mucho más, —comenzó. —Uno de los aspectos más importantes es el vínculo de compañeros. Es un lazo profundo, más allá de la simple amistad o incluso el amor tal como lo entienden los humanos. Es una conexión que une a dos almas, haciéndolas compañeras de por vida.
Me quedé mirándolo, sorprendida por la intensidad de sus palabras.
—¿Compañeros de por vida? ¿Eso significa... como almas gemelas?
—Algo así, —respondió Owen. —Es un vínculo que se siente en lo más profundo, una atracción que va más allá de lo físico. Y cuando dos lobos se unen como compañeros, es un compromiso para siempre. Se protegen mutuamente, comparten una conexión que no se puede romper.
—¿Y eso sucede con todos en la manada? —pregunté, intrigada por esta nueva información.
—No necesariamente con todos, —aclaró Owen. —No todos encuentran a su compañero. Pero cuando sucede, es algo especial. Y la manada respeta y protege ese vínculo.
La idea me parecía fascinante y un poco abrumadora.
—¿Y qué más? —insistí, queriendo saber todo sobre este mundo desconocido.
—Hay muchas cosas, —continuó Owen. —Como la transformación, la conexión con la naturaleza, el respeto por las jerarquías y las tradiciones de la manada. Todo se basa en el respeto y la protección. Ser un lobo no es solo sobre el poder, sino sobre ser parte de algo más grande que uno mismo.
La palabra ‘transformación’ resonaba en mi cabeza, y sentí una mezcla de curiosidad y miedo al mismo tiempo.
—Owen, ¿qué pasa con la transformación? ¿Cómo es eso?
Owen se inclinó hacia adelante, apoyando los codos en las rodillas.
—La transformación es un rito de paso para nosotros, —explicó con seriedad. —Cuando un lobo cumple 18 años, su lobo interior despierta. Es un momento poderoso y a menudo desafiante, ya que es la primera vez que nos transformamos en nuestra forma de lobo.
—¿Y todos pasan por eso al cumplir los 18? —pregunté, sorprendida por la idea de un cambio tan radical.
—Sí, todos, —confirmó Owen. —Es una parte esencial de ser lo que somos. Y no es solo sobre la transformación física; es también cuando podemos empezar a sentir el vínculo de compañeros.
—¿Así que no puedes encontrar a tu compañero hasta que te transformes? —pregunté, intentando entender.
—Así es, —dijo Owen. —Nuestro lobo interior nos ayuda a identificar a nuestra compañera. Es una conexión que se siente a un nivel más profundo, algo que solo el lobo puede percibir realmente.
—¿Así que tu lobo te ayuda a encontrar a tu compañera? —pregunté, fascinada por la idea de un vínculo tan profundo y natural.
—Exactamente, —dijo Owen. —El lobo en nosotros tiene un sentido más agudo para reconocer a la compañera predestinada. Y en el caso de los Alfas, como yo, a veces podemos intuir y descubrir el vínculo de compañeros incluso antes de la transformación, aunque es más raro.
—¿Eso significa que ya podrías haber encontrado a tu compañera? —pregunté, la idea me llenaba de asombro y un poco de temor.
Owen me miró, y por un momento, su expresión fue indescifrable.
—Es posible, —respondió finalmente.
Después de escuchar todo lo que Owen había compartido, sentí una mezcla de gratitud y alivio. Era mucho para procesar, pero su sinceridad había hecho que las piezas del rompecabezas empezaran a encajar.
—Owen, —comencé, mirándolo directamente a los ojos. —Gracias. Gracias por ser tan honesto conmigo sobre todo esto.
Él asintió, su mirada reflejando un sentido de comprensión.
—Grace, es importante para mí que lo sepas todo. No quería que te enteraras de esto de una manera que te asustara o te confundiera más.
—Realmente aprecio eso, —dije, sintiendo una calidez en mi pecho. —Es... es mucho que asimilar, pero saber que puedo confiar en ti, que me cuentas la verdad, significa mucho para mí.
Owen sonrió, una sonrisa suave y genuina.
—Siempre seré honesto contigo, Grace. Y si tienes más preguntas, o si necesitas hablar de todo esto, estoy aquí.
—Gracias, Owen. Eso significa mucho para mí, —repetí, sintiendo que, a pesar de la confusión y el miedo, tenía a alguien en quien confiar en medio de este nuevo y desconcertante mundo.
13 de septiembre de 2016Querido diario,Estos últimos meses han sido una montaña rusa de emociones mientras me adaptaba a esta nueva y sorprendente realidad en la que me encontraba. Aceptar la existencia de los lobos y todo lo que ello conlleva ha sido, para decirlo suavemente, algo extraño y abrumador.Mamá, por su parte, evita hablar del tema conmigo. Cada vez que intento sacar el asunto, ella se limita a decir que sabe lo necesario y suficiente. Una tarde, mientras preparábamos la cena, en un raro momento de apertura, me confesó que ella y Rafe eran compañeros predestinados, aunque admitió que no sabía mucho más allá de eso. Su voz se llenaba de cariño cada vez que mencionaba a Rafe, pero sus ojos evitaban los míos, como si ocultaran un mar de secretos insondables.Con Max y Kallie, hablo de vez en cuando sobre todo lo relacionado con los lobos, pero nuestras conversaciones suelen ser breves y superficiales. Parece que hay un límite invisible que ninguno de nosotros se atreve a cr
11 de octubre de 2016Querido diario,Hoy es un día importante para Owen; está cumpliendo 18 años. Me imagino que debe estar emocionado, o quizás nervioso, por su primera transformación en lobo. La última carta que recibí de él decía que había adorado el regalo y que lo atesoraría por siempre. Sus palabras me llenaron de alegría y me hicieron sentir cerca de él, a pesar de la distancia.Le respondí pidiéndole, si era posible, una foto de su forma de lobo una vez que se transformara. La idea de verlo en esa forma tan única y poderosa me llena de curiosidad y un poco de asombro. Aunque me emociona la idea, aún estoy esperando su respuesta, con una mezcla de impaciencia y nerviosismo.Anya, por otro lado, ha estado insoportable últimamente. Casi todos los días me dice cosas hirientes y no se cansa de lanzarme groserías. Afortunadamente, desde aquel incidente, no ha vuelto a tocarme, pero sus palabras siguen siendo como espinas que intento ignorar. He aprendido a mantenerme fuerte y no de
16 de octubre de 2016Querido diario,Hoy fue un día emocionante, porque Dan y Owen finalmente regresaron a casa para pasar unos días antes de volver a su riguroso entrenamiento. Al llegar de la escuela y encontrarlos en la sala, mi corazón se llenó de alegría y no pude evitar correr hacia ellos para abrazarlos.Dan y Owen estaban irreconocibles. Más grandes, más musculosos. Owen, en particular, había pasado por una transformación impresionante. Su apariencia ahora era la de un hombre hecho y derecho, con una presencia fuerte y distintiva. Su cabello oscuro, corto y un poco desordenado, complementaba perfectamente su mirada intensa y penetrante. Sus rasgos faciales, más marcados, resaltaban una mandíbula cuadrada y pómulos prominentes, con cejas bien definidas sobre unos impresionantes ojos azules claros. Lo que más llamó mi atención fueron los tatuajes de estilo tribal que recorrían sus hombros y se perdían debajo de su camiseta hacia su pecho. Los diseños me recordaban a ramas o
17 de octubre de 2016Querido diario,Hoy tengo planes para ir al cine con Owen. No puedo negar que estoy emocionada por la salida, es una oportunidad para disfrutar de un momento normal, lejos de las complicaciones y tensiones de nuestras vidas actuales.Sin embargo, hay una parte de mí que se siente un poco inquieta. Desde nuestra conversación sobre el vínculo de compañeros, no he podido dejar de pensar en el hecho de que, en algún momento, Owen encontrará a esa persona especial y su vida cambiará significativamente. Me pregunto si al pasar tiempo juntos le estoy quitando momentos preciosos que podría estar compartiendo con su futura compañera.A pesar de estos pensamientos, intento recordarme que Owen es mi amigo y que él mismo eligió pasar tiempo conmigo. No debería sentirme culpable por disfrutar de su compañía. Además, Owen siempre ha sido claro sobre su cariño y amistad hacia mí.Intentaré dejar de lado estas inquietudes y simplemente disfrutar el día con él. Después de todo, l
18 de octubre de 2016Querido diario,Ayer sucedió algo que aún me cuesta asimilar. Owen me besó, y la intensidad de lo que sentí fue tan abrumadora que mi única reacción fue huir. No podía entender lo que estaba pasando, ni lo que sentía. Todo mi cuerpo y mi mente estaban en un torbellino de emociones.Owen me alcanzó rápidamente, preocupado por mi reacción repentina. Quería hablar sobre lo que había pasado, lo vi en sus ojos, pero yo no estaba lista. No podía enfrentar ese momento, no todavía. Simplemente asentí, incapaz de articular palabra, y él, entendiendo mi necesidad de espacio, me llevó a casa en silencio. La tensión entre nosotros era palpable, pero también había una comprensión de que necesitábamos tiempo para procesar.Cuando llegamos a la puerta de mi casa, Owen rompió el silencio. "Vendré más tarde a buscarte para salir," dijo, su voz suave pero firme. Antes de que pudiera responder, se acercó y me dio un beso en la mejilla, un gesto tierno pero cargado de significado. L
11 de octubre de 2016Querido diario,Después de colgar la llamada con Owen, me quedé sentada en la cama, sosteniendo mi móvil con ambas manos. Abrí la foto que me había enviado de su lobo, Tyr. Aunque la pantalla era pequeña, la imagen del lobo era impresionante, transmitiendo una sensación de poder y majestuosidad que iba más allá de su tamaño físico.Tyr era inmensamente grande, incluso en la fotografía podía apreciar su estatura imponente. Su pelaje oscuro tenía un brillo especial bajo la luz de la luna que lo hacía parecer casi místico. Pero lo que más me atrapó fueron sus ojos: unos ojos azules intensos, tan vivos y expresivos, exactamente iguales a los de Owen. Era como si una parte de Owen estuviera mirándome a través de la foto.Mientras observaba la imagen, una mezcla de emoción y nerviosismo me recorrió. Owen había mencionado en la llamada que Tyr estaba ansioso por conocerme. La idea de encontrarme cara a cara con este ser majestuoso y poderoso era emocionante, pero tambié
22 de noviembre de 2016 Querido diario,Hoy recibí una carta de Owen que me dejó completamente desolada. Nunca pensé que unas pocas líneas de texto podrían impactarme de manera tan profunda. La carta estaba escrita con su habitual caligrafía, esa que había llegado a conocer y esperar con ansias, pero el mensaje que contenía era algo que nunca esperé leer.La releí varias veces, mis ojos recorriendo una y otra vez las palabras, esperando que en alguna de esas lecturas el significado cambiara. Pero no lo hizo. Cada palabra parecía tallar una marca de dolor en mi corazón.Sentada en mi habitación, con la carta en la mano, sentí un nudo en la garganta y las lágrimas empezaron a correr por mis mejillas. Me costaba respirar, como si cada inhalación fuera una lucha. Con un dolor que me consumía el alma, tomé una hoja de papel y empecé a escribirle una respuesta. Mis palabras eran un reflejo de mi corazón roto, un adiós lleno de amor y tristeza.Una vez que terminé la carta, supe que necesit
24 de diciembre 2016Querido diario,Hoy es Navidad, y la sensación de pasar esta noche sin mi mamá es extrañamente solitaria. La festividad aquí en la escuela es cálida y llena de alegría, pero hay un hueco en mi corazón donde deberían estar los recuerdos familiares. Sin embargo, en lo profundo de mí, sé que estar aquí es lo mejor para mí en este momento.A las dos semanas de que llegué a esta escuela y ya había encontrado mi lugar. Mis nuevos amigos han sido increíblemente acogedores y comprensivos. Han estado ahí para mí, haciendo que los días sean más llevaderos y llenos de risas genuinas. Su amistad ha sido un bálsamo para mi corazón herido.Poco a poco, siento que estoy sanando. Las heridas del pasado, aunque todavía presentes, están comenzando a cicatrizar. Hace algunos días que ya no me voy a la cama llorando, lo cual considero un gran avance. Me acuesto pensando en el día, en las pequeñas victorias y en los momentos felices que he compartido con mis nuevos amigos. Eso tiene q