Sofocado

Yumi desapareció tan rápido como había llegado, y Celia se giró para mirar a Axel que se había alejado unos metros de ella, su cabeza estaba inclinada hacia atrás mientras se frotaba la frente con fuerza.

-¿Te lastimé?- preguntó calmadamente, dándose cuenta de que pudo haber sido un poco rudo.

-No- se rió a medias nerviosamente.

Lentamente se volvió hacia ella, con los dos ojos fijos en sus grandes ojos, fijos en la familiaridad y el dolor mutuo.

-No podemos hacer esto

En algún lugar dentro de ella sabía que él diría eso. De alguna manera sabía que el calor del momento lo había llevado a bajar la guardia y ceder, aunque solo fuera por un momento. Pero ya había terminado. Su sobr

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