Miguel, que conocía hasta donde podía llegar la imaginación de su mujer, dijo, cálmate y deja de estar diciendo esas cosas, además Carolina no es ese tipo de persona, y para calmarla volvió a comentar, quizás solo salieron de compras y nada más.

Cuando Alejandro escucho como Miguel defendía a Carolina, pensó en todo este tiempo que él había hecho lo mismo que su amigo estaba haciendo ahora mismo, y se preguntaba en lo estúpido que se debió de ver, ya que estaba defendiendo a una psicópata como lo era esa mujer.

Además de que era la persona que le había causado tanto sufrimiento, pero lo que él había pasado no le importaba mucho, sino todo lo que tuvo que sufrir su mujer y todo por la maldad de Carolina.

Y para que su amigo no siguiera con una venda en sus ojos, como lo estuvo él todo este tiempo, comenzó a contarle lo que había descubierto en aquel pueblo sobre Carolina.

Además, le contó que ella pertenecía al grupo de los terrícolas; aquel grupo, que fueron los culpables del asesinat