Melany en ese momento le quería decir la verdad, pero no pudo, ya que le dio pena decirle que ella no era la prometida de su hijo, que ni siquiera eran amigos, porque la señora veía que hacía todo esto porque quería mucho a su hijo.

Así que a ella no le quedó de otra que quedarse esa noche allí, hasta le tocó cambiar a Miguel de ropa, por lo menos, no fue una vista desagradable de ver, ya que se veía que el tipo se cuidaba mucho y tenía un cuerpo bien marcado.

Después de esto se dijo que se iría antes de que amaneciera, para así no tener que ver la cara de decepción de la señora al día siguiente, cuando Miguel le dijera la verdad.

Así que con este pensamiento en mente cedió a quedarse, lo único malo era que tenía que dormir en la habitación de su supuesto prometido, y viendo que este estaba borracho, le sería imposible hacerle algo malo si ella se acostara en la misma cama.

Por eso se acostó a su lado y puso una almohada entre ellos para evitar que se tocaran, Pero después de quedars