Una semana después de que Alex rescatara a Jane, la hizo suya en el hospital. Todo el hospital sabía que Jane había sido llevada allí por Alex y asumió que era suya. Todos los médicos que trabajaban allí tenían sentimientos encontrados ante tal descubrimiento. Las doctoras y enfermeras que aún eran jóvenes y solteras no podían evitar sentirse celosas por ello. Después de todo, Alex Poole era el símbolo del poder majestuoso a una edad muy temprana en Ciudad Kidon. Había tantas mujeres en Ciudad Kidon que querían casarse con Alex como mujeres en Ciudad del Sur que soñaban con casarse con Sebastian. Y ahora, tenían que ver cómo pasaba incontables noches con la paciente en su habitación. La forma en que la llevaba al baño para asearse y cómo aparecía un rubor en el pálido rostro de la mujer, aquel que era tan pequeño como las palmas de sus manos. Incluso tuvieron que escuchar cómo llamaba a Alex "Esposito". Esa era la historia detrás de cómo Jane termino en el coche de Alex camino a
"Sí", respondió ella, con lágrimas en los ojos. "Me llevaron a hacer una prueba de parentesco".Alex la escuchó en silencio."Cuando nos hicimos mayores…", continuó Jane, como si no pudiera parar después de empezar a hablar de su pasado, "… Cada vez había más cosas en las que tenían que gastar. El negocio de mis padres no llegaba a fin de mes, así que vendieron la casa para enviar a mis hermanos a la escuela, pero a mí no. Tuve que seguirlos a su tierra natal, y me vendieron a un tonto por dos millones. Estuve cautiva durante cuatro años enteros". "Cuatro años sin siquiera ver la luz del sol. ¿Sabes por qué estoy así de pálida? No es que esté así porque me haya cuidado mucho la piel, es porque viví cuatro años en un sótano sucio. Lloré, grité, pero nadie quiso ayudarme porque pensaban que estábamos legalmente casados. ¿Sabes lo desesperada que me sentí? El tonto murió después de eso, pero luego ese lisiado me trajo de vuelta a Ciudad Kidon. Se gastó todo nuestro dinero. Ese día, cu
Jane era muy feliz, realmente feliz. La noche que Alex la llevó a su casa, lloró entre sus sábanas hasta empaparse de lágrimas. Desde su nacimiento, nadie la había tratado como un ser humano. No entendía por qué sus padres la habían traído a este mundo. ¿Por qué dar a luz a una niña si no iban a quererla? Intentó protestar contra la injusticia y discutir con sus padres, preguntándoles por qué no la querían. Pero siempre encontraban más excusas y razones.Su padre le decía: "Jane, te hemos dado la vida y te hemos alimentado. ¿No solo no nos aprecias, sino que quieres pelear por atención? Tu madre y yo no somos personas crueles, así que ¿por qué tuvimos una hija como tú?"."¿Todos mis hermanos y hermanas tienen sus propias habitaciones? ¿Por qué soy la única que duerme aquí fuera como un perro?", preguntó entre sollozos."Tus hermanos y hermanas son gemelos, ¿y tú?".Su madre añadió: "¡Tus hermanos son mucho más dulces cuando nos llaman y nunca se quejarían como tú! Además, sabes que
Sintió una punzada en el corazón cuando escuchó lo que Alex dijo, realmente la había lastimado, pero Jane forzó una sonrisa. "De acuerdo, lo que tú digas, vamos a poner el implante".Aquel día, Alex la llevó a ponerse los implantes anticonceptivos subdérmicos, y la trató con más cuidado a partir de ese momento. Se ocupó de la familia de Jane enviando a algunos a prisión y dejando que algunos se enfrentaran a ciertos castigos de acuerdo con la ley. Incluso llevó a Jane de vuelta a la familia Sheen e hizo que sus padres firmaran una declaración oficial de que ya no tenían ninguna relación con su hija.Cuando terminaron, Jane se marchó sin mirar atrás, y sus padres y hermanos se quedaron helados. Ya estaba a unos pasos de ellos cuando su madre gritó: "Estúpida Jane, ¿abandonas a tu Madre y a tu Padre?".Las lágrimas se deslizaron por las mejillas de Jane. Se tomó un tiempo para calmarse antes de volverse para mirar a sus padres con una expresión inquietantemente tranquila. "La estúpida
Al notar que su expresión se tornaba sombría, Jane respondió inmediatamente con un tono amable. "Lo siento, Señor Poole, no debería haber dicho eso. Tendré más cuidado en el futuro, no volverá a ocurrir".Alex permaneció callado mientras la miraba. Era una mujer que sabía cuándo avanzar y cuándo retroceder. Jane se acercó, tomó el tazón que él sostenía y lo puso a un lado, antes de rodear su cuello con sus brazos. "Para compensar por haber dicho algo malo, puedes castigarme como quieras, ¿qué te parece eso?"."¿Realmente me quieres?".Ella bajó la mirada y dudó por un momento antes de asentir. "Realmente te quiero. Eso es lo que siento, así que quise decirlo en voz alta, aunque no debería haberlo hecho. Sé que decir demasiado podría significar arruinar la belleza de ciertas cosas. Pero no se preocupe, Señor Poole, no quiero agobiarle de ninguna manera. Soy una adulta, no una niña de veinte años. No tiene que preocuparse en absoluto. Si algún día quiere que me mude, pero no quiere de
Nunca lo presionó para que le dijera algo como que la quería, incluso se negó cuando él le ofreció darle algo de dinero para que lo guardara como sus ahorros. Ella le decía: "Alex, todavía tengo todas las partes de mi cuerpo, puedo ganarme la vida. Soy una buena cocinera, también sé dar masajes, esas son mis habilidades. No necesito que me des dinero".Al ver que ella realmente no lo quería, decidió no insistir en el asunto, en parte también por su propia consideración egoísta. Ella había estado a su lado durante mucho tiempo, pero no podía definir sus sentimientos hacia ella. ¿Era amor? ¡No! Alex perdió la capacidad de amar a otro hace mucho tiempo, quizás simplemente se habían complementado el uno con el otro. Tenía miedo de que, si le daba dinero, ella huyera con algún otro hombre y diera a luz a sus hijos para tener una vida más tranquila. Si eso ocurría, Alex no podría garantizar que no le daría una paliza a ese hombre, y por eso, se rindió cuando Jane rechazó el dinero. Podía
La expresión de Alex se tornó cada vez más amarga al ver a Jane llorando desconsoladamente mientras dormía. Habían pasado tantos años y él nunca se había molestado en considerar lo que ella sentía de verdad, simplemente porque había sido demasiado comprensiva, hasta el punto de no tener que preocuparse por ella en absoluto. A Alex nunca se le dio bien dar cumplidos, especialmente cuando se trataba de mujeres. No estaba seguro de si debía consolarla o despertarla. Justo cuando luchaba por tomar una decisión, Jane se despertó llorando.Cuando vio las lágrimas en su hombro, se dio cuenta de que había llorado fuera del sueño también. Todavía podía recordar con claridad lo que había visto en su sueño. En su sueño, había una niña que acababa de aprender a caminar. Sus pequeños y regordetes brazos y piernas se movían mientras avanzaba a pasos cortos, pero caminaba tan rápido que casi corría. Por mucho que Jane le gritara a la niña, ésta no miraba atrás y seguía avanzando hasta caer abrup
"¿Quieres tener un hijo?", preguntó Alex con voz ronca.Jane sacudió la cabeza con determinación. "¡No, Alex! ¡No quiero tener hijos!"."¿De verdad?"Ella sonrió y se recostó en su pecho. "Soy una mujer, Alex. Soy un ser vivo que acaba de abortar, es razonable que esté un poco afectada. Pero soy adulta, sé lo que hago. Tendría que planear por adelantado para la niña si daba a luz, así que no quiero tener hijos. Nunca pensé que podría estar a tu lado durante seis años. Han sido seis años de felicidad. No soy codiciosa, Alex". Ella cerró los ojos y continuó murmurando: "Mientras consiga quedarme a tu lado, servirte y observarte, creo que eso ya es el mejor regalo que Dios podría darme. Cada día me parece un regalo del paraíso. He conseguido más de lo que merecía, Alex, ¿lo entiendes?".Aliviado, Alex la rodeó con sus brazos y la acercó a él. Bajó la cabeza y le plantó unos cuantos besos suaves en la parte superior de la cabeza. "Eres la mujer más comprensiva que he conocido", le dijo