Quería conocerla.

Él realmente quería.

Por lo tanto, cuando su hermano mayor hizo caso a la familia Lynn y envió a sus subordinados para vigilar Ciudad del Sur, él los siguió.

Quería ver por sí mismo quién era la mujer llamada Sabrina Scott.

La primera vez que la vio fue afuera de la empresa donde trabajaba, fue la mañana de ayer.

En ese momento, Sabrina estaba feliz y llena de energía. Además, el suéter blanco holgado de cuello alto que vestía la hacía parecer diferente a la dama madura de 27 años que era realmente, se veía como una joven sin mucha experiencia en asuntos mundanos.

Su aspecto sencillo y sin maquillaje fue suficiente para superar por mucho a todas las mujeres en Isla Estrella.

Holden se quedó perplejo en ese momento.

Sin embargo, sabía que se había puesto en riesgo al llegar allí, por lo que no podía mostrar su rostro ni hacer ningún movimiento. Holden no podía exponerse fácilmente, sin importar lo difícil que fuera separarse del comportamiento puro y la belleza