El corazón de Ruth se volvió pesado. Sus padres la habían lastimado y su única esperanza ahora era Ryan. ¿Por qué no le dijo que le iban a dar de alta?

Frustrada, Sabrina protestó: "¡Ese mocoso de Poole! ¡¿Qué clase de hombre es?!".

Ruth sacudió la cabeza. "Sabrina, esto no es culpa del Amo Ryan. Me llamó, pero mi teléfono estaba en modo silencioso, así que no me di cuenta. Cuando lo hice, no me atreví a contestar. Revisé el historial y me había llamado un par de veces el primer día que me fui, pero después de eso... solo dejó de hacerlo".

"Déjame llamarlo y preguntarle al respecto", dijo Sabrina.

"Ya lo intenté". Ruth volvió a sacudir la cabeza con una sonrisa amarga. "Su teléfono está apagado".

Sabrina sacó su teléfono para llamar a Sebastian y pedirle que llamara a Ryan y averiguara qué estaba pasando con su sobrino. Justo cuando estaba a punto de hacerlo, sonó su teléfono. Ella lo miró y se rio irónicamente. Luego miró a Ruth. "Es Ryan, ¿quieres contestar?".

"Deberías contes