Sabrina se burló: "¡Selene Lynn! ¡Veo que todavía no te has dado cuenta! Déjame explicártelo, no importa si mi esposo gana. Los tres seguiremos siendo una familia; en cambio ustedes tres, familia Lynn, nunca escaparán de mí. ¡Nunca te dejaré ir! Aunque no me queden más que mis dientes, ¡te voy a destrozar! ¡No importa a dónde corras!”, y con eso, Sabrina colgó la llamada.

Al otro lado de la línea, Selene se quedó boquiabierta y no se recuperó de la sorpresa por un tiempo. Había estado jugando con Sabrina, pero no se había percatado de que su odio hacia ellos se había profundizado hasta este punto. De repente, sintió un escalofrío en la espalda, se sobresaltó y se levantó de su asiento.

"¿Está bien, Señorita?", preguntó una de las sirvientas de la isla.

"¡Lárgate!", gritó Selene, y la sirvienta salió corriendo mientras lloraba. Selene llamó de inmediato al Viejo Amo Shaw. "¡Abuelo! ¡Quiero a Sabrina muerta! ¡Tiene que morir!".

El Vejo Amo Shaw estaba por perder la paciencia. "Selene