"Realmente no fue culpa de los demás, Kingston. Simplemente fue porque fui demasiado vanidosa y no mantuve los pies en la tierra. La pérdida que le causé a la compañía realmente no fue algo que pudiera compensar con dinero. En ese momento, el jefe estaba realmente muy enojado. Si ese traductor no hubiera vendido la información confidencial de nuestra compañía a otra en el mismo campo, lo cual causó que la otra compañía se llevara a nuestros clientes, mi jefe probablemente no hubiera estado tan furioso. La razón por la que estaba enojado era principalmente porque causé que la compañía sufriera una pérdida tan grande. Me paré frente a toda la compañía como una criminal que había recibido la sentencia de muerte. Con cada palabra que decía, sentía que mi corazón estaba siendo cortado por un cuchillo. Sin embargo, no puedo culpar a nadie. Ese tipo de sentimiento de meter la pata realmente me hizo sentir tan avergonzada que quería esconderme en un agujero. Esa fue solo la desgracia que sufrí