Kingston miró a Eevonne mientras sentía lástima por ella. “¿Estabas... en un estado miserable en ese momento?”.

Eevonne asintió, se rio de sí misma y dijo: “No solo estaba en un estado miserable. Mi cabello estaba todo anudado y estaba en mechones. Mi cara estaba tan sucia que ya no se podía decir cuál es el color original. Además, tenía un olor muy acre. Kingston, si te imaginas cómo me veía, te parecería extremadamente hilarante. Sin embargo, acababa de aparecer frente a mi exnovio así. Realmente lo asusté en ese momento. Tenía muchas ganas de acercarme y atraparlo para decirle cómo estaba”.

“¿Lo atrapaste?”. Kingston realmente quería decirle que ya no podía molestarlo.

Eevonne asintió. “Lo atrapé”.

Kingston se quedó sin palabras.

“Le tomó bastante tiempo darse cuenta de que era yo. En ese momento cuando me vio, se sorprendió mucho. Inmediatamente después, se disgustó mucho. Sin embargo, su disgusto solo apareció por un tiempo muy corto antes de que pasara. Me dijo con calma que