Tanto Gloria como Sabrina se acercaron al lecho del Viejo Amo Shaw.

“Gloria, yo... yo primero... hablaré con Sabrina”.

Gloria asintió. “Está bien”.

Gloria y Sabrina eran indiferentes al grupo de personas que lloraban detrás de ellas. A veces, tanto el dúo de madre como su hija pensaban en silencio si estaban siendo demasiado crueles ¿Y qué si eran demasiado crueles o si no? No podían obligarse a fingir estar tristes cuando en realidad no querían llorar o no estaban realmente tristes, ¿verdad? Era solo que tanto madre como su hija se sentían un poco incómodos al estar entre toda la familia que estaba tan triste.

Sabrina se acercó incómodamente al Viejo Amo Shaw. “Viejo Amo Shaw, si hay algo que necesites que haga, puedes hacérmelo saber. Mientras sea algo que pueda hacer, lo haré”.

Ese fue el único consuelo que Sabrina pudo darle al anciano. Si le pidieran que se arrodillara ante su cama y dijera algo como, 'Abuelo, lo siento mucho por ti. No te puedes morir' mientras lloraba, e