Alex no le respondió nada a Jane, solo le dijo sin rodeos: "Empaca tus cosas, tú y Noah van al Condado de Bahía en mi coche".

"¿Por qué deberíamos?", gritó Jane de ira.

Quería abofetear a Alex. “¡Alex, diablo! Solo tengo a esta mujer a la que trato como a mi madre. ¡Si le pasa algo malo, te morderé hasta la muerte, diablo! ¡Demonio! ¡Te maldigo para que tengas una muerte horrible!”.

Alex no se enojó cuando vio a Jane tan histérica. Después de todo, fue él quien le pidió a Sebastian que matara a Noah, por lo tanto seguía siendo su culpa.

Dado que el asunto había llegado hasta estas alturas, sería inútil incluso si Alex le explicara, por lo que solo levantó la mano y ordenó a los cientos de hombres detrás de él.

Cuando sus subordinados vieron ese gesto, rodearon a Jane y Noah de inmediato.

Noah protegió a Jane detrás de él. “Caballeros, permanezcamos tranquilos y hablemos. Ella es una mujer embarazada y está esperando un hijo de su Amo. Pueden hacerme lo que quieran, pero déjenla