Marcus, quien llevaba las macetas con flores, se quedó sorprendido por un momento. Entonces preguntó cuidadosamente: “Sabrina, ¿por qué de repente me preguntas esto? ¿Te… enteraste de algo?”.

El corazón de Sabrina se encogió por un momento. Sin embargo, ella solo sacudió la cabeza. “No, acabo de darme cuenta de que has estado viniendo a casa de mi madre todos los fines de semana, así que pensé que mi madre era tu única pariente. Jaja".

Ella se rio.

Marcus se sintió aliviado de inmediato, pero aun así suspiró y dijo con impotencia. “Hablar de parientes me pone la piel de gallina”.

Sabrina no estaba segura de cómo responder. Pero, después de una pausa, preguntó de manera tranquila y serena: "¿Qué pasa, Marcus? ¿Tienes… otros parientes?”.

Marcus suspiró y luego sonrió. "¡Sí! Tu madre también la conoce. Fue compañera de clase de la Tía Gloria en el jardín de infantes. Ellas querían ser mejores amigas cuando crecieran. Al final, cuando supo la identidad de Ta tía Gloria, la expulsó d