Sus miradas fijas sobre mí, era sofocante, por eso, me fui al balcón a tomar un poco de aire. Apareciendo alguien quien no esperé. – También viniste. – me alcanzó una copa. Se veía bien en el traje blanco con la corbata de moño azul. Dio un sorbo, sin quitarme la mirada de encima. – Por la manera que me miras, no crees que soy uno de los hermosos de la familia. -terminó el resto. Pareces un muñeco de torta, solo quítate ese moño. – sonreí deliberadamente, apoyando mi cuerpo sobre el balcón. Que amable eres, también te ves hermosa esta noche…Se me ocurrió una idea, te parece desaparecer por un momento de esta aburrida fiesta. Pase un rato observándolo todo, desde donde estaba, sin responder. – Sabes eres de las pocas personas en quien puedo confiarle mi propia vida y creerle, porque siempre me dirás la verdad. – La mueca basta para no cohibirme. Paso los dedos por la boca de la copa. -No piensas preguntar por Omar. La última vez que bebí tu sangre, no creí ser capaz de ceder con c
Al lugar donde me llevarían a encerrar sería aquello que mencionaron cuando me subieron en otro helicóptero, ¿Dónde es?, no puedo ver nada, solo se perciben luces brillantes y el dolor punzante, que me hace querer gritar. —Como habrás de sentirte siendo el quiste que no hemos podido quitarnos de encima. Que deberíamos hacer primero con ella mi amo. —En el área de castigo, que podemos hacer. —Nos han pedido que la dejemos aquí. Tantas voces juntas haciendo eco, no podía reconocerlas a todas. —Torturémosla. —Después tu y el carnicero limpien el desastre, que más se puede esperar. La temperatura descendió repentinamente cuando encendieron el frigorífico, helando el ambiente, haciendo mi estadía en ese lugar miserable. —Porque no hablas con esa boquita tuya, repíteme tu amenaza como en el pasado, pero ya no puedes Azul. Sentí una punzada en mis piernas y una mano áspera sobre mis labios totalmente fría. Mordí su mano, ni bien intento abrir mi boca, tras quitarme la mordaza, amena
Esa noche se quedó al lado de su amada, mientras dormía, esperando algún día despertar.Señor Skiller ha llegado un mensaje urgente.“La carta de Dimitri, mi querido hermano menor” –Apresúrate y ven por ella.Esperé terminase la noche y en la madrugada, Darío vino a verme, dejándome la carta poder que constataría que podía ejercer la potestad de la familia como miembro de ella. —Darío, no pido que confíes en mí, pero hazlo por Daesa, me tengo que ir.Las horas transcurrieron y ya eran siete días, a pesar de desestimar mi pedido, no pudieron cancelar la prórroga para la cual vine en persona como parte de la familia de Daesa. Me vestí con un blazer mostaza interrumpiendo su reunión. Ni bien me dieron la palabra, expuse mis razones puntuales y el hecho de haber tomado las instalaciones de la familia, como si fuese propiedad suya. Obteniendo la legitimidad, retrasando la fecha de ejecución. Llevándome conmigo, un documento, el cual Daesa me dio, mucho antes para casos de emergencias, la
“Las emociones humanas son el armazón perfecto para difuminar nuestras pasiones, demostrando que en cada fase aprendemos, reprendemos y seguimos siendo prisioneros de ellas.”Después de tanto tiempo, hemos salido al exterior, dejando de lado el hecho, de haber pasado cautivos la mayor parte de nuestra vida. Aun así, seguimos dando vueltas buscando la señal para ser libres, porque en nuestro interior todavía agonizábamos, ya que solo conocimos lo sombrío del significado de nuestra existencia. Siendo hoy el día en que podemos ver la luz, asegurándonos de que nuestro tiempo no pase desapercibido, por consiguiente, es tiempo de ascender “Mi pueblo Nevri”.Salomón, ya ubicamos la base, entraremos en cuanto usted nos lo autorice.Hagan lo que se les plazca con el único fin, “atraerlo a él”Desde la ladera espiaba a quienes entraban y salían, disfrazados con trajes negros, los cuales no volvían a ser vistos salir.El apetito de mi pueblo con los años se intensificó, siendo nuestra dieta bási
Mientras en la puerta número dos, se adentraba el grupo selecto de Dimitri, armados, con chalecos antibalas y cascos especiales. Avanzaron sigilosamente, preparándose para tirar del gatillo, alertados por los ruidos extraños que pareciesen ser arañazos. – ¡AGHH…!Un grito aterrador, estremeció duramente al escuadrón, mirándose con los rostros confundidos, entonces encendieron los cascos especiales para detectar el calor de quien estuviese adentro. Lanzando sobre su camino, barras de luces. –Señor hemos despejado el ambiente, prosiga.Al seguir minuciosamente por el pasaje, que aduras penas se veía, sintieron que le respiraban la nuca, incluso uno de ellos, encontró baba sobre su espalda, ocasionando que su corazón comenzara a latir rápido. – “Señor”, creo que debemos comunicarlo. – dijo en voz baja el hombre de mediana estatura.¿Qué sucede? – se acercaron y le comunicaron. - Las linternas no funcionan Señor Snova.“Me estas probando en una emboscada”, salió hasta la entrada, disparan
“Mi consciencia intranquila agitando mis emociones, arrinconando al límite la paz mental que creí poder controlar, palabras que salen de tu boca contradiciendo las mías, evocando tu fuente de poder.”Grita—sacudió con fuerza los hombros del lobo. —¡Grita Rodrigo! —giro en dirección a las bestias. —Si se acercan no correrán con la misma suerte. —desvaino la espada en una clara advertencia, poniéndose delante del lobo blanco.El gruñido entre las bestias, amenazaba con ser un ataque feroz hacia la mujer que sin temor alguno les daría batalla. Mirandola directamente entre la multitud, se preguntó, “quien seria, me es tan familiar”, tan solo movió un dedo de su mano y el hombre se transformo en lobo, saltando de entre las bestias, tomándola por sorpresa desde atrás. En un contundente corte, las garras se desprendieron de l
Los quejidos de Dimitri lograron oírse, para cuando lo notaron yacía desvanecido en los brazos de su hermano que había subido al exterior.—No hay de que preocuparse por la pelea entre hermano, es lo común. —Lo acostó al lado de Ishana colocándole el cinturón, prometo volver. —A la residencia de mi esposa Daesa,Con el casco fuera, dejo ver a Darío. —Mejor ve y díselo tu mismo, no soy corresponsal de nadie, mi hermana merece algo mejor que una excusa, expresa tu dulce amor por ella, eso fue lo que escuche de ti, no traiciones tus palabras.¡Zas! ', 'zigzag bien dicho cuñado. —esbozo alegremente. —disfrutare muchos momentos cálidos a su lado.—Por cierto, tu amigo, el de la ropa rara.—Steven…a el te refieres.Ya no estaba, se había ido.—Creí ver a tu prima.Ah eso, como decirlo Azul siempre ha sido independiente, seguramente asistirá al lobo blanco.—¿El lobo blanco está ahí?Al ver el despegue del helicóptero, se escondió entre las sombras sin dejar rastros, ni huella alguna. Aquel
“Ten una pelea digna Omar Rasen” – insistió Steven sacudiendo su espada, da un giro a la derecha.Ya vi ese truco, ahora me empujaras con una patada, pero del lado izquierdo.No. – corre e incrusta el filo de la espada sobre el hombro de Omar, quien lo detiene, siendo elevado en el aire por sus cadenas. – Ese fuego, lo acabo de ver en ti.Gané. – dijo Omar, soplando para alejarlo de sus cadenas.Mejoraste, debería reconocerlo, desde la última vez hasta el día de hoy, tus habilidades son más prolijas. Solo debes tener cuidado con el corazón que posees. – al decir esto, los pálpitos en el mesurado cuerpo de Omar estrujaron su corazón. Ocasionando que el mismo, quisiese arrancárselo de su pecho. Lo cual fue aprovechado por el cazador, hiriéndolo de lado, inhabilitándole usar sus cadenas, atravesándole el vientre con más tenacidad, ocasionándole un hoyo más profundo.“Quién es” – no alcanzó a verlo murmuraba Omar, se tambaleó, tocándose el brazo.Te confiaste demasiado amigo. – dijo Steve