Desde hace unos días la perspectiva de mi vida ha cambiado. Decidí arriesgarme aceptando la proposición de Juan, es claro que estaba buscando la mejor oportunidad para pedirme matrimonio y, en cuanto di una pequeña posibilidad, la aprovechó sin miedo.
Puede parecer que me está presionando, pero la verdad es que muy en el fondo esperaba esa propuesta desde que vi el anillo y supe la verdad acerca de él. A ratos, cuando lo veo brillando en mi dedo, recuerdo lo celosa que me puse y el escándalo que hice cuando pensé que le propondría matrimonio a Rebeca.
Ahora, sólo debo dejar esos nombres en el pasado. Tengo que avanzar, tengo motivos de sobra para hacerlo, porque no a cualquiera la vida le da una segunda oportunidad. Es importante que no olvide esto cuando tenga a mis gemelos entre mis brazos a mitad de la noche, sin saber que rayos hacer.
Estoy apostando a la felicidad, esa que por coba
Esta noche la he pasado a sobresaltos, en mis sueños siento que golpean la puerta de forma repentina y estruendosa, pero al despertar no hay más sonido que el silencio. Juan se despierta conmigo, en la tercera oportunidad comienzo a sospechar que sólo tiene los ojos cerrados.Me he negado a tomar las gotas naturales que me recetaron, pero esta vez Juan me trae un vaso de agua y coloca la mitad de la dosis, para que me relaje, al menos esas fueron las indicaciones de la doctora. Le pongo cara de no querer.-Ambos necesitamos descansar. Si tú no estás bien, yo tampoco.-Lo siento, es que me da miedo.-Si una doctora te las recetó, entonces debes tener la certeza de que no te harán nada y mucho menos a los bebés. Piensa en ellos, de otra manera tendré que llevarte a la clínica y dejarte allí.-No lo harías – abro los ojos sorprendida e incrédula -.
Han pasado dos semanas desde que Rodrigo me atacó, le presentaron cargos por femicidio frustrado, por daño a la propiedad privada y por intento de soborno a los carabineros que lo detuvieron. Todo a mi alrededor ha estado tranquilo, pero yo no he podido volver a la normalidad, aunque no le he dicho nada a Juan, para que no me obligue a quedarme en casa y así no tener que separarme de él.Y toda esa sensación de inseguridad con la que he vivido estos días, ahora están justificados en este sobre blanco que he recibido hace unos minutos. El mensajero no sabe quién lo envió, sólo se dio cuenta que no estaba en nómina cuando quiso hacerme firmar la recepción. Le di una buena propina, para ayudarle a pensar dónde pudieron meterla en su bolso, pero a pesar de que me dio el recorrido que ha hecho durante la tarde, no sabe dónde pudo ser, porque no se separó del bolso en ning&uacut
JuanHan pasado dos semanas desde que ella se fue. No entiendo nada, el último domingo que estuvimos juntos fue tan increíble, después de desayunar me pidió que la llevara al cerro Santa Lucía, aunque ese día hacía mucho frío.Después me pidió que la llevara al parque, ese que era su escondite. Caminamos entre los árboles, mientras veíamos a los niños correr y escuchábamos a las madres consolar o advertir el peligro.Ahora estoy aquí. He venido cada día después de la oficina, con la esperanza de que aquí la encontraré. No quiero perderme los primeros movimientos de mis hijos, ya falta poco para eso. Extraño el hablarles cada mañana diciendo buenos días, o luego de cualquier comida, para que sepan que su padre siempre estuvo con ellos.
- ¿Cómo me encontraste? – le pregunto sin separarme de él, respiro su aroma que me da la tranquilidad de que ya estamos juntos. No es un sueño -.-Ayer estaba en tu parque y decidí escapar de esa casa – cierra sus ojos, sé que estas semanas le duelen -. Me parecía tan vacía sin ti.-Pensé que Rebeca te había dicho algo – me mira sorprendido -.- ¿Ella sabía y no me dijo nada? – niego con la cabeza -.-Sólo sabe que me fui y me está ayudando con algo. Ven – le tomo la mano y rompo nuestra cercanía -.Lo llevo a la habitación que fue mía durante mi escape, saco el último anónimo y se lo entrego. Lee y al terminar se deja caer en la cama con la carta en la mano. Sé que no lo puede creer, yo estaba igual hace dos semanas.Estando sentado en la cama, lo abrazo y deja su cabeza en
Juan quería llevarme a pasear al Valle del Elqui, pero prefiero que no, porque no sabemos si lo siguieron. Aunque la distracción de mi auto debería servir, es mejor no arriesgarnos.Ayer llegó por fin junto a mí, le he puesto al tanto de todo mi plan y ya está buscando un abogado y un contador aquí, en Coquimbo. También aprovechará de buscar una oficina, de esa manera puede despistar al tío y venir más seguido para vernos. Yo quiero mudarme a una casa más grande, vi una preciosa a la venta en el sector de El Llano, al llamar me dijeron que tenía un valor de 380 millones de pesos. La descarté por completo, pero le saqué unas fotos para al menos buscar una parecida. Aunque no sé por qué.Mi idea no es quedarme aquí hasta el parto, aunque tener a nuestros hijos aquí sería hermoso, es un lugar tranquilo. Es grande, pero no hay tanta ge
Estamos tratando de estirar lo más posible nuestros últimos minutos juntos. Sólo ha estado dos noches conmigo, pero es necesario que vuelva. Tiene cosas que arreglar en Santiago, pero ya compró un boleto de avión para venir la próxima semana, ya que tiene citas con uno de los abogados y con el contador. Al menos pasaré el fin de semana largo con él.Lo ayudo a terminar de guardar algunas cosas, no se lleva todo, para no tener que traer mucho equipaje la próxima semana. No puedo evitar demostrar mi tristeza, él se acerca y me toma la mano.-Oye… Pequeña. Nos veremos la semana que viene, llegaré el martes como a la misma hora o tal vez antes – pone su mano en mi mentón y levanta mi mirada -. Estaré una semana aquí, contigo y con nuestros pequeños.Se pone de rodillas y besa mi vientre. En acto reflejo, comienzan a moverse, como si supieran q
JuanLlego a las inmediaciones de Santorini Calzados, me dirijo a la oficina de mi tío con la expresión más lúgubre que puedo, mi mujer embarazada se fue y no sé nada ella. Esa es mi pena.Cuando llego al escritorio de su secretaria me mira con asombro y no la culpo, no me ha visto desde hace años, puede que ella sepa muchas de las cosas que mi tío está haciendo. La verdad es que no me aparezco por aquí desde que mi padre se sentaba en el sillón que está tras la puerta que esta mujer trata de ocultar, como si eso fuese posible.La saludo cordialmente y le pido que me anuncie con mi tío, cuando levanta el teléfono la puerta se abre, sale primero una mujer riendo, la reconozco de inmediato, aunque ahora es una rubia platinada: Isabel. Me sorprende verla con mi tío y de una forma tan cercana. Cuando é
Luego de haber pasado unos días maravillosos con Juan, hoy me preparo para viajar a Santiago. Mañana tengo la audiencia de divorcio, tengo que ordenar mi mente y estar lista para mi nuevo encuentro con Óscar.Juan volvió ayer, nos dimos el lujo de vivir la fiesta de la Pampilla, con sus artistas, la gente. Comí todo lo que pude, choripán, anticuchos, empanadas de pino, papas fritas, sopaipletos, etc.Además, en tres semanas sabremos el sexo de los gemelos. Eso nos tiene emocionados y nos aleja de la situación que estamos viviendo. Por ahora estamos tranquilos, porque se supone que tenemos la situación completamente bajo control y nuestro enemigo está convencido de nuestra separación.Usaré esta instancia para reunirme con Joaquín y Rebeca, que son quienes nos están ayudando con la información que necesitamos para descubrir cuál es el