CAPÍTULO 07

Igor Smith

Después de que aquella chica saliera de la habitación recordé que el anillo que le daría a Elisa se lo había dejado en el dedo, y decidí ir tras ella para recuperarlo. Oí unos gritos y unos ruidos extraños como si hubiera alguna confusión alrededor, así que imaginé que podría estar allí, entonces la encontré entre la puerta de otra habitación unos diez números después de la mía, y le dije que venía a por el anillo de compromiso, pero me detuve en el mismo momento, al ver lo complicada que era la situación allí.

No podía creer que ella me hubiera comparado con ese sinvergüenza, idiota y flaco que estaba desnudo frente a mí con cara de galeote, ¡queriendo joder algo que no tenía sentido!

El tipo estaba allí con la boca en una lata, engañando a la chica, y todavía se creía con derecho a humillarla, yo no se lo iba a permitir, mi paciencia no es la mejor, así que aproveché para desquitarme un poco con él ya que ¡también estaba un poco jodido!

Decidí sacar a esa chica de allí, ese sería el camino, porque por lo que me contó antes, y las conversaciones que escuché aquí, pude ver que ella realmente no tenía la culpa, estaba tan decepcionada como yo, ¡y aún humillada! Así que la ayudé a coger la bolsa, y me la llevé de allí mientras esos dos idiotas refunfuñaban detrás de nosotros. Miré el número de la puerta, y pude comprobar aún mejor que probablemente se había equivocado de número de habitación, porque eran muy parecidos. Cuando llegamos a mi habitación, dije:

- ¡Entra, ponte cómoda! ¡Ponte algo de ropa con calma! Y... vi que tus cosas están allí, no sé si ayudó, pero...

- No sé si ayudó, pero... Sí, ayudó. Antes de pensar en nada, tengo que vestirme, ¡estoy ridícula así! - Dijo, y yo pensé: "¡no, no lo eres! ¡No eres fea en absoluto! Pero me callé.

- Estaré en cubierta. ¡Te espero allí para que podamos hablar! - Dije.

- De acuerdo, gracias. - Contestó ella, y me fui a cubierta.

Hacía una brisa agradable, aunque también había un sol que ya empezaba a calentar, y observé que mucha gente ya estaba disfrutando del día, así que me senté en una de las sillas con sombrilla, y volví a leer el mensaje. Algo dentro de mí estaba confuso, y no sabía si había entendido lo que Elisa había dicho, ¿me estaba advirtiendo, o prácticamente me había cambiado por su carrera? Así que decidí enviar un mensaje, porque quiero saber de una vez por todas qué está pasando...

Mensaje para Elisa: "No entiendo... Las cosas no están muy claras para mí... Me gustaría saber si seguimos juntos...

Envié el mensaje, y enseguida vi llegar a Luana a la cubierta, y estaba tan guapa, con un vestido sencillo, de estampados discretos... pero me lo imaginaba todo, mirándola, así... los pechos en un escote bien portado, pero los recuerdo muy bien en mi mano y en mi boca, una cadera bien diseñada, una cintura pequeña como la de Elisa, pero Luana tiene un culo más alto... ¡vaya, necesito quitarme estas cosas de la cabeza, y pronto!

- ¿Vienes? ¿Damos un paseo? - pregunté, y ella asintió.

- ¿Cómo te llamas? - preguntó, y yo sonreí.

- Igor Smith. Soy el director general del Grupo Smith y el único heredero. - dije juguetonamente y ella se rió.

Dimos una vuelta, disfrutando de las bondades del crucero que habíamos pagado, y fue divertido, hasta que llegamos a una de las cubiertas más lujosas, y me apoyé boca abajo en una mesa que había allí, y entonces Luana dijo:

- ¡Me voy allí al borde a tomar el aire! - Estuve de acuerdo.

Me acordé de mi bailarina, y en verdad quería presionarla un poco, quería que me dijera que no, que era algo rápido y que pronto volveríamos a estar juntos, pero vi que no había enviado el otro mensaje, y entonces hice clic para que lo visualizara, y pasaron segundos, e incluso antes de borrar la pantalla recibí la respuesta de su mensaje y me decepcioné aún más.

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Elisa tecleando ...

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"¡Querido Igor! Desgraciadamente las cosas entre nosotros se complicaron, ni siquiera sabía pero este debut que va a ser ahora, tardaría unos dos años, ¡y no puedo perder esta oportunidad! ¡Déjame conquistar mi sueño, y pronto estaremos juntos de nuevo!"

- "¿Qué demonios es eso?" Pensé en voz alta.

Estaba estupefacta por lo que leía, ¿me costaba entender o me pedía que esperara dos años? Eso no podía ser cierto en absoluto, ¡yo no tengo dos años mi abuela no tiene dos años! Una vez más Elisa me cambió por sus sueños... su carrera, siempre pensé que un día u otro me elegiría y sería su prioridad, pero por lo que veo eso no va a pasar tan pronto porque nunca soy la prioridad de Elisa.

Estaba muy desanimado y disgustado dejé el móvil a un lado porque parece que hasta me dolía la cabeza y se me calentaba, ella me cambió una vez más, y eso era en lo único que podía pensar. Bajé la cabeza entre los brazos apoyados en la mesa y cuando levanté la cabeza vi a Luana con medio cuerpo apoyado en la repisa, una de sus piernas en el aire y la otra apoyada en un taburete, y me desesperé, "¿Luana se iba a suicidar?". pensé.

No podía dejar que eso ocurriera, así que sin pensármelo dos veces corrí desde donde estaba hasta ella, sujetándola por detrás, y ambos caímos y rodamos por el suelo en un rincón de la cubierta, donde yo quedé prácticamente encima de ella.

Ahora me fijé mejor en sus facciones, y aún con los ojos llorosos me di cuenta de lo guapa que era una boca dibujada unos ojos grandes preciosos brillantes son de color marrón claro, y tiene una nariz redondeada y una frente ni tan corta ni tan alta, tiene un rostro delicado. No pude evitar preguntar:

- ¿Qué estabas haciendo? ¿Por qué quieres suicidarte? ¡Cálmate! Sólo fue un polvo, olvidémoslo todo, y todo irá bien, ¡otra vez! - le dije, y ella, que seguía tumbada en el suelo debajo de mí, giró la cabeza hacia un lado, abatida, no parecía querer mirarme.

- ¿Quién ha dicho que vaya a suicidarme? Tengo muchas razones, pero no soy tan estúpida, ¡si eso es lo que crees! - dijo ella, y ahora yo no entendía nada.

- ¿Tú no lo harías? Pero... yo pensaba que...

- Me acaban de notificar que mi ahora exnovio sobrepasó el límite de mi tarjeta de crédito nada más llegar ayer, y ahora estoy mucho más jodida que antes porque tengo miles de dólares de deuda, y estaba tan cabreada, que se me cayó el móvil en las grietas del piso de al lado, y eso era lo que intentaba recoger, antes de que me hicieras el favor de tirarme al suelo, ¡y hacer que llegara mucho más lejos! (Llorando).

- Dios... ¡No lo sabía! Pensaba

- ¡DEJA DE PENSAR Y DARLE VUELTAS A LAS COSAS POR MI! ¡NO VES QUE LO HE PERDIDO TODO! GASTÉ MÁS DE TREINTA MIL EN ESTE CRUCERO, Y TODAVÍA TENGO TODA LA DEUDA PARA PAGAR AL USURERO, PERDÍ MI VIRGINIDAD TAN BIEN PROTEGIDA CON UN COMPLETO DESCONOCIDO, QUE ME JUZGÓ, ¡Y NO ME CREYÓ! PILLÉ A MI NOVIO ENGAÑÁNDOME, Y FUI HUMILLADA POR ÉL, Y POR SI FUERA POCO, PERDÍ MI TELÉFONO MÓVIL, ¡CON UNA DEUDA ENORME EN MI TARJETA DE CRÉDITO! - Gritó como una loca, y creo que intentaba desahogarse, porque terminó de hablar, y luego lloró, así que me tumbé más cerca de ella y la abracé....

Me dio pena... viendo como lo decía realmente está mucho más jodida que yo, que aún tengo dinero y no me han traicionado. La deje llorar abrazada a mi y las dos nos quedamos como locas tiradas en el suelo de la cubierta.

Había mucha gente pasando y caminando entre nosotros pero no me importaba, estaba preocupado por esa chica y en cierto modo me sentía atraído por ella, no se como explicarlo pero a mi ese abrazo también me hizo mucho bien, quizás más que ella. Nos quedamos allí un buen rato hasta que la vi dejar de llorar y decidí que ya no había razón para que nos quedáramos allí.

- ¡Venga! ¡Levantémonos de aquí! - Tiré de ella por los brazos con la intención de que se pusiera de pie conmigo, pero ella ablandó los brazos, negándose.

- ¿Vamos adónde? Ya ni siquiera tengo habitación, me han explotado dos, ¡hoy mismo! - sonrió.

- Olvídalo. ¡Empecemos de nuevo! Has pagado un crucero en este barco y te gustaría que fuera especial, ¿no? - le pregunté.

- Sí, pero...

- ¡Pero nada! ¡Eres demasiado guapa para quedarte ahí llorando por alguien que no se lo merece! ¡Ven! ¡Quiero llevarte a algún lado!

Y fue allí que decidí olvidar un poco mi tristeza, ¡y ayudarla con sus problemas! ¡Y no me preguntes por qué, soy demasiado egoísta, y puedo decir que sólo "quiero"!