Es fin de semana, dos días en los que la gente que trabaja durante la semana tiene libre, menos las personas desdichadas y entre esas estoy yo.

Es la hora del almuerzo.

-Jane al fin pude comprarte el regalo.

Logan estaba disculpándose conmigo cada día de este mes en que no me traía el regalo que me prometió. La realidad es que no me interesa el regalo, sabía que se iba a tardar en darmelo porque trabajamos de lunes a lunes y de paso salimos súper tarde, por obvias razones no había chance de que el comprara el regalo en estos días. Así es, ya han pasado dos semanas desde que regrese al trabajo y le dí el regalo a Logan.

-Te dije estas dos semanas que eso no era necesario, Logan.

-Siento que debía hacerlo. Me diste un regalo y en mi familia eso debe devolverse.

-De acuerdo, lo voy a recibir.

Agarre la caja de regalo.

-Abrelo, Jane. Quiero ver si te gusto el regalo.

-Okey, okey. Cálmate, no entiendo que te pasa.