Jared caminó despacio hasta el saco de pulgas y lo abrazo fuerte.

-Hijo de puta me escuchaste.

-Dejate dar amor, Nataniel.

Alcé una ceja mirándolos. Lo que me faltaba se pusieron idiotas los dos.

Me dirijia a mi cuarto cuando escuche el silbido de Jared y me detuve girando para verlo.

-¿Qué pasa?

-¿Cómo irás al cine con tu padre en esa forma?

Mierda... se me olvidó por completo ese asunto. Tendré que decirle la verdad total ya saben que todo puede suceder gracias a mi compromiso con el cola de pez.

-Le diré la verdad que más.

-¿Estás segura de eso?

-Claro que sí. Ya saben que eres un cola de pez ¿Por qué les sorprendería que por unos objetos mágicos termine siendo un chico?

-La gata tiene un punto a su favor.

-Sí, pero ¿Qué tal que se enteraran de que los objetos pueden cumplir cualquier deseo?

Voltee a mirar a Jared. ¿Cómo sabe el que pueden cumplir cualquier deseo? ¿Lo habrá usado antes?

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