Matías Montenegro

Entré a la habitación esta era diferente a los anteriores era un poco más amplia tenía unos grandes ventanales y unas máquinas que monitoreaban su corazón y su pequeña barriga inexistente, añoraba que el tiempo pasara lo más rápido posible verla con su barriguita poder sentir las patas de mi bebé y que eso me hizo saber que él estaba bien.

A más máquinas monitoreaban el corazón de las dos cosas que me tranquilizaba poder escuchar que todo estaba correctamente.

Me senté junto a ella quien estaba inconsciente, coloqué mi mano en su vientre y lo acaricié lentamente, en ningún momento la miré a ella sabía que al despertar tenía preguntas que hacerme pero yo no tendría respuestas para darle no estaba listo para decirle todo lo que estaba pasando.

¿Y es que cómo podría tener corazón para decirle todo eso?

Cómo le diría que las personas que habían cortado los frenos de su auto habían sido mariam y Martín, como les decía que seguramente las personas que le habían mandado a s