—¡Auch,duele!—Isabella se ha espinado un dedo al arrancar

una rosa blanca del jardín del sanatorio.

—Déjame ver Isabela. Añadió la joven enfermera.

—No es nada, sólo me hincó por encima,ya sabes que la sangre es escandalosa—Se chupa el dedo y piensa,así es Anthony seduce con su atractivo y luego saca las espinas.

—Quédate tranquila aquí, voy a buscar el kit de primeros auxilios para curarte no se te vaya a infectar—La enfermera analiza cada gesto y palabra de la chica.

—No es necesario, en esta vida me han herido mucho más y

aquí me ves fortalecida—La joven echa la cabeza hacia atrás y cierra los ojos.

—Tiene visita señorita Peterson—Le anuncia otra enfermera

La joven paciente ve al guapo Michael acercarse trae en una mano un estuche de bombones de chocolate y en la otra un ramo de hermosas margaritas.

—Hola preciosa, lo prometido es deuda te dije que no te abandonaría.

—Yo los dejó para que hablen con más tranquilidad, permiso—Se retira la cuidadora.

—Bien pueda señorita. Agregó M