Elijah deja pequeños besos por mi cuello, alabandome como si fuera un dios, la comodidad de estar entre sus brazos es simplemente única, y es que nunca antes alguien me había querido como él lo estaba haciendo. — Vamos a la habitación por favor. — Elijah no dejaba de manosear todo mi cuerpo, y yo estaba encantada con ello, sin embargo debía detenerlo. — Espera… — Lo alejo un poco de mi. — Dijiste que veríamos a tu padre. — Mi padre puede esperar. — Vuelve a acercarse a mi, pero lo detengo. — Vamos con tu padre, me enseñas todo este lugar y luego tendremos lo que más anhelas. — ¿Me lo prometes? — Elijah, uno de los tipos más rudos e intimidantes que he conocido, hace un puchero con su labio inferior como un niño pequeño. — Claro que te lo prometo. — Pellizco suavemente sus mejillas, pero debía pensar que le diere cuando llegue el momento. — Entonces vamos a salir de esto de una vez por todas, ya necesito sentirte. Elijah tira de mi brazo apresurado, lanzó una carcajada y lo
Loco, así me tiene Alicia Star y no sé cómo demonios ha caído en sus cálidos y preciosos brazos, fue una completa pena para mí dejarla sola, yo simplemente quería llevarla a la cama y hacerla mía de una vez por todas, si… Eso es lo que realmente deseo en estos malditos instantes, tenerla debajo de mi, mientras que la poseyó. Dios…De solo pensar en follarla hace que mi polla se retuerza dentro mis pantalones con ganas de salir y meterla en su precioso agujero. Pero el maldito problema en el puerto me ha descompuesto. Camino hacia el hangar, protegido por mis guardaespaldas. Harold camina enfrente de mí con su gran arma dispuesto a aniquilar a cualquiera que atentara contra mi vida. La gran mayoría de mis empleados al verme llegar de inmediato se callaron y pusieron su atención sobre mí. — ¿Qué pasó? — Es lo primero que pregunto, pero no recibo respuesta. — ¡Quiero que me digan que mierda paso en estos instantes! — Exclamó lleno de furia. — Creemos que se trata de Michele señor.
Elijah se alejó de mí de inmediato y me miró confundido, quizás demostré ser una persona más abierta y dispuesta a experimentar muchas cosas, pero realmente me he mantenido pura y virgen gracias a las creencias religiosas de mi familia, sin embargo nunca me he sentido parte de aquella religión, pero en el fondo deseo experimentar y llevar mi vida al límite y por eso me siento demasiado atraída por Elijah, porque solo él ha sabido llevarme a experimentar nuevas sensaciones. — ¿De qué mierda estás hablando? — Cuestiona Elijah. — Es algo que he querido decirte todo este tiempo, pero… simplemente no pude.— No. — Elijah niega con su cabeza. — Es imposible de que seas Virgen, conoces del sexo y no solo eso, tienes 25 años. — Mi edad no tiene nada que ver con mi sexualidad. — hablo un poco irritada por su reacción. — Elijah, durante mucho tiempo reprimí mi sexualidad y ahora estoy dispuesta a explorar y no se… sentirme más mujer. — ¡¿Y porque mierda no me dijiste eso antes?! — Elijah le
No sabía cómo sentirme al respecto con la confesión de Alicia, porque nunca antes me había follado a una virgen, todas las mujeres con las que he estado han tenido tanta experiencia que se cual es el límite que aguantan. Mi pasión es follar duro, sentir como sus piernas comienzan a temblar a medida que el orgasmo se va acercando, azotar sus culos hasta dejarles marcas, llevarlas al límite hasta que sientan que se van a desmayar. En cambio Alicia es tan tierna y a la vez ardiente que me la imaginé en todos los aspectos posibles, pero ahora no quiero maltratar ningúna parte de su blanquecina piel, deseo colocarla en un pedestal para que nadie la mancille ni tenga pensamientos pecaminosos. Pero mi verga está tan deseosa que decidí venir al club para aliviar las penas. Y como siempre la música estaba en su volumen máximo, muchas personas bailaban, pero está vez iba a ser diferente. Cuelgo la llamada que tuve con ella dejándome una sonrisa bobalicona en el rostro y las ganas de volve
Mis piernas temblaron en el momento en que lo vi desenfundar su arma, y fue cuando entendí perfectamente en el lugar en el que me había metido junto a Elijah Morgan. Lo veía manejar el auto completamente enojado y yo simplemente no podía hacer nada al respecto, más que rezar unas cuantas plegarias para que no suceda algún accidente. — Elijah. — cierro fuertemente mis ojos para no ver el camino. — Por favor baja la velocidad. — No, te llevaré a la casa y si es necesario te encerraré en la torre más alta para que nunca salgas de ahí. — ¡Deja de ser estúpidamente celoso, todo esto es tu culpa por haberme rechazado! — le recuerdo. — ¡Tú debiste haberme advertido que eras virgen! — ¡Disculpe señor pero no ando por la vida diciendo que soy una virgen y puritana! — contraataco. — Pero me gusta masturbarme, sentir como el orgasmo recorre todo mi cuerpo y como me siento después, y… Elijah detiene el auto de golpe y se deshace del cinturón de seguridad, para luego hacer lo mismo conmig
Dos días han pasado desde que Elijah se fue y no regresado, no voy a mentir, me encuentro un poco preocupada por su paradero, sobre todo por como termino nuestro encuentro, ninguno de sus guardias me han querido dar información de él, incluso no me han dejado salir de casa, cuando quiero ir a visitar a mi padre y saber como esta su estado de salud. Literalmente ahora soy una rapunzel que vive en la torre más alta. Ahora mismo me encuentro almorzando en un pequeño bohío cerca de la piscina, completamente sola. — Hola. Una voz más culona detrás de mi llama mi atención, me giro un poco y justamente me encuentro con Michele Morgan con una gran sonrisa en su rostro. Le señalé una silla a mi lado y el hombre rápidamente se sentó a mi lado. —¿Cómo entraste aquí? — le pregunto mientras llevo un trozo de pollo a mi boca. — Elijah te matara como te vea aquí. — Le recuerdo. — Elijah no está en estos momentos en el país. — Habla con soltura y elegancia, completamente diferente a su herma
Le doy un trago largo a mi botella de Macallan mientras que tengo estoy sumido en mis pensamientos, tuve que dejar a Alicia porque no podía estar cerca de ella sin hacerle daño, me maldije una y otra vez por no haberme detenido y haberla lastimado de aquella forma.Soy un monstruo que no se sacia con un simple placer, las relaciones vainillas me parecen simplemente insípidas, me gusta dominar, llevar al límite a las mujeres y Alicia al ser mi mujer quiero que descubra lo que realmente es el placer.Desde donde estoy, Roma luce absolutamente fantástica. Sus calles adoquinadas, sus monumentos históricos y su atmósfera única crean un ambiente mágico que me cautiva. Sin embargo, a pesar de la belleza de esta ciudad, siento un vacío sin ella a mi lado en este momento.La razón de mi viaje a Roma es puramente laboral, algunos de mis hombres en Italia me han informado de ciertas irregularidades con la magia griega y lo mucho que quieren quitarnos nuestra vía de contrabando.Nuestra relación
Las lágrimas se escurren por mis mejillas mientras que Harold conduce, su teléfono suena una y otra vez. — Lo siento, seguramente te estoy metiendo en problemas con Elijah. — No se preocupe señorita Alicia, entiendo que quiere estar sola en estos momento.s — Si, necesito analizar cada aspecto de mi vida y saber si estoy tomando la decisión correcta al seguir con Elijah. — Sorbo mi nariz. — Él es un hombre muy complicado, a veces no lo entiendo. — El señor Morgan ha pasado por muchas cosas en su vida. — Todos hemos pasado por algo Harold, y no es una excusa para tratar a alguien tan mal como Elijah lo hace y lo sabes. — No lo justifica, pero ser el siguiente rey de la mafia no es tan fácil como puede parecer, Elijah tiene muchos enemigos y el principal de ellos es Michele. — Agrega. — He visto los extremos a lo que ha llegado Michele y no son para nada buenos, el simple hecho de estar merodeandola significa que se trae algo entre manos. — No tengo mal concepto de Michele, fu