—Me dio gusto conocerte y más trabajar contigo—Michael dice mientras me despido de él.—Para mí también lo fue—respondo.—Mañana tengo unas entrevistas, pero me encantaría que vinieras al día siguiente y le des el visto bueno a la canción.—Me encantaría—digo sintiéndome pletórica.Michael y yo prácticamente le hicimos el arreglo musical a una de mis canciones y termino metiendo tres en su álbum en vez de las dos que tenía previsto en un principio.Zane llego a un acuerdo y ya firmamos los contratos.No puedo creer que ahora mis canciones serán conocidos por mi nombre y no por un seudónimo o ser presentadas por otro cantante como propias.Michael no tiene problemas en compartir créditos y es muy abierto a la hora de recibir sugerencias. Con el corazón henchido de orgullo, salgo de la disquera sintiéndome realizada y feliz por el nuevo logro que estoy alcanzando. Zane ha venido por mí después de ir a una reunión esta tarde.Cuando subo al coche él me mira con una sonrisa.—¿Te divert
Había despertado sintiéndome un poco mejor. Él insistía en ir a doctor. Yo simplemente quería quedarme en la comodidad de la casa con él. En el desayuno, solo había tomado algo de zumo y fruta. Los huevos escalfados que Damián estaba comiendo me enviaron directo al baño a devolver lo poco que estaba comiendo.Después de eso me fui al salón donde él me alcanzó. Sé que, tiene trabajo por hacer y un guion que estudiar. Por eso, agradezco que me regale estos momentos.—¿La pasaste bien ayer? —inquiere. Está sentado con sus piernas extendías sobre el ancho sofá. Mientras yo, estoy acostada entre ellas con mi cabeza sobre su pecho.—Muy bien—confieso—No sabía lo que podía sentir dentro de un estudio de grabación —continúo—Michael fue muy considerado al respecto.—Ya—dice en tono seco. Me renuevo y lo miro de lado.—¿Estás celoso? —pregunto incrédula— Damián Anderson. Dios griego de las mujeres las cuales suspiran al verle ¿Está celoso?—Ja ja —dice con ironía—No soy un Dios, ni nada. Per
Asimilar la noticia de mi embarazo fue algo que nos llevó algunas horas.Sin embargo, creo que cada vez que pensamos en lo que será ser padres ambos nos caemos de susto. Nadie nunca está preparado para ser padres. Reflexioné en lo que Joel dijo antes de irse y le marqué a mi ginecólogo para concretar una cita. Damián estaba ansioso porque nos la habían dado para el día siguiente por la tarde. Lo que, según él, le daría tiempo para trabajar y acompañarme.Ahora, estoy en la mesa del desayuno en la cocina comiendo una ensalada de pechuga de pavo, espinaca, fresas. Amaranto y queso de cabra.La verdad es que está muy buena y mi estómago parece apreciarlo. Estoy tomando de mi botella de agua cuando Damián entra y respira aliviado al verme comer algo. Se acerca a mí, deja un beso en mi cabeza antes de sentarse junto a mi—¿Te sientes mejor?Asiento dejando la botella sobre la mesa.—Gracias a Celeste que me ha preparado esta ensalada—la miro desde mi asiento.Ella me mira mientras termina
Sentada en el salón de la casa observo con diversión como la boca de Abby cae abierta. Mira a Damián y luego a mí antes de lanzar un chillido que me hace doler los oídos. A su lado, Damián y Zane se cubren los oídos ante tal sonido.—¿¡No es cierto!? —inquiere a la vez que se levanta. Y, toma asiento al lado de Damián—¡Oh Dios! —No puedo creerlo— dice con incredulidad.—Nosotros tampoco—me río ante su gesto.—Felicidades a los dos—Zane dice con suavidad.—Voy a ser tía —aplaude y da saltitos en su sitio—Espero que sea niña. —No empieces—gruñe Damián Me río ante la cara de Damián.—Abby. No lo pongas más nervioso de lo que ya está.—Vale—asiente—Pero, necesito saber que dijo mamá al respecto.Aquí vamos.Damián se remueve un poco y mira a su hermana.—La verdad, es que no pensamos contárselo ni a ella, ni a papá, por ahora. —No está bien. —Abby. —Independientemente de cómo están actuando, debes decirles. Evita más problemas.—No pienso discutir contigo del asunto—dice en tono duro
—¿Crees que será niña o niño? —pregunta Damián esa misma noche cuando estamos acostados después de un día largo.—Niño... Niña. No lo sé—me encojo de hombros.—Pero. ¿Quieres saber antes de que nazca? —Tampoco lo sé.—Y, ¿Qué si sabes? —dice en tono de burla. —Bueno. Que tengo un esposo que me encanta y que tiene un no sé qué, que me vuelve loca.—Ese no sé qué, tienen nombre y es Kraken o arma de destrucción masiva—dice con chulería —Cariño, tú solo dime cómo quieres llamarle—dice con tono sabedor. —Pero, Qué grande es tu ego —me burló.—No es lo único—me guiña.Y, ya no puedo más. Mi risa llena el cuarto ante sus palabras —¡Dios! Eres hilarante. —Sabes que es verdad—murmura antes de adelantar sus caderas y sentir su erección contra mi muslo.Coloco mi mano en su rostro antes de besarle y divertirme un poco con el Ego de mi marido.***//***Miro cada segundo el reloj para cerciorarme del tiempo que llevo en espera. Mis padres están por llegar con Damián, que fue a buscarlos al a
— ¿Qué crees que pasará, ahora que todos saben que Cara está embarazada?La pregunta viene de Zane que se encuentra detrás de mí. Lo miro a través del espejo del gimnasio mientras levantar unas pesas, al tiempo que yo me repongo de unos abdominales.— Necesitamos dirigir la atención a lo profesional. Si no, será un suplicio para Cara— frunzo el ceño— la enfermera fue retirada de sus labores en la clínica.— Es lo mínimo que yo habría pedido— asiento.Me pongo en la posición inicial para hacer una segunda serie de abdominales.Cara y yo todavía estamos enojados por los que hicieron. Llamo su doctor, indignada y los amenazo con demandarlos por violar su privacidad. No voy a negar que me sorprendió. Pero, ella misma me dejó claro que, No está dispuesta ser condescendiente cuando se trata del bebé.Eso me hace amarla cada vez más.A pesar de que me sorprendió la noticia, tengo que decir que estoy emocionado y al mismo tiempo muero de miedo.¿Qué sé yo de ser padre?No es como si hubiese t
Damián se ha ido.Hace tres días lo despedí.Me siento algo triste porque serán tres semanas sin tenerlo conmigo. Le prometí que no me iba a estresar.¿Llore cuando si se fue?Sí.Sin embargo, espere a que saliera por la puerta para hacerlo. No quería que se fuera con una imagen de su esposa llorando porque él se va a trabajar.Patético.Mi papá me consoló diciendo que eran las hormonas. Lo fulminé con la mirada y mamá se río cuando lo escucho gruñir.Habíamos dejado para su regreso la ecografía. Mis malestares habían disminuido solo un poco permitiendo que la menos pudiera terminar algunas letras para la reunión que tendríamos con la cantante la próxima semana. Michael me había escrito pidiendo verme. Al principio me sorprendió, pero me dijo que quería mi opinión respecto a un par de canciones en las que estaba trabajando. Así que le lo estoy esperando en este momento.Mis padres acompañaron a Celeste al mercado. Según mamá se aseguraría de encontrar lo más orgánico y saludable para
Me despierto de una siesta luego de mi intercambio con Damián sobre la visita de Michael.Miro a un lado y veo el móvil.Una parte de mí quiere encenderlo y llamarle, pero la otra sabe que no tiene por qué disculparse por algo que no hizo. Además, hacerlo sería como darle la razón sobre mi comportamiento. Sin embargo. Tomo el mismo y lo enciendo. Me siento en la cama y resoplo cuando las notificaciones de mensajes llenan la pantalla.Los mensajes solo dicen que responda. ¿Ni siquiera una disculpa?Eso me encabrona más.Salgo de la cama y como no tengo ganas de bajar por algo de comer, ni de ver a nadie. Me encierro en la habitación de enfrente a trabajar. Pero, si creo que me dejarán sola, estoy equivocada. Mi madre entra a la habitación. Nuestras miradas se encuentran y le hago un gesto para que entre. Ella cierra la puerta y camina hasta donde estoy sentada en el piso. —¿Qué tal estás? —pregunta tomando asiento en la cama.—Molesta con Damián—confieso.—Llamo de nuevo hace un r