Narrador.Luego de haber sido dejado delante de la puerta de emergencia de un hospital los paramédicos asistieron a William, pero cuándo recuperó el conocimiento decidió escaparse, ya que, de todos modos, no tenía dinero para pagar por asistencia médica, y sin un lugar a donde regresar, decidió que
Aunque lo recomendable era que un guardia de seguridad la llevase, la dejó ir por su cuenta, para no agrandar más el problema en el que se estaba metiendo, pero agradeció que nadie la vio hasta que giró encontrándose con su colega con una ceja alzada y mirándola con brazos cruzados.—¿Qué acabas de
Narrador.En cambio, Milena que llevaba casi una hora esperando por Aslan, empezó a mostrarse hastiada, no se le daba bien la espera y los bufidos que soltaba empezaron a hacerse más sonoros hasta que decidió levantarse del sillón y fue hacia el escritorio de la asistente. —¡¿Será que me estás vien
Carla, por su parte, también siente culpa con la memoria de su difunto esposo, por el hecho de que le juró no volver a dar paso a nadie más en su corazón porque únicamente lo amaría a él; sin embargo, con Alonso no lo planeaba ni podía poner un stop a sus sentimientos, solo estaba pasando como algo
Narra Aslan. Sabiendo que igual no tenía nada que hacer en la oficina, de todos modos, volví, puesto que tampoco tengo ánimos de regresar a casa y supuse que lo mejor sería pasar mi mal humor lejos, para no terminar embarrando más mí ya arruinada situación. El día que supuse durante meses que se
— Piénsalo Aslan, estaré esperando tu respuesta en casa, incluso llevaré la fiesta en paz hasta que te deshagas de ella, sé que la estimas, también respetaré si la quieres ayudar económicamente, pero debes elegir lo mejor para ti y para Zaira. Se levantó sin esperar a que dijese lo que pienso de es
Narrador.En cambio, luego de haber preparado un plato con frutas, Carla subió a ver a su hija y en mitad de la escalera se encontró con Milena, que había regresado.—Coma todo lo que pueda que pronto tendrá que mendigar para poder hacerlo, de eso me encargaré— manifestó maliciosa sin voltear a mira
—Buenas noches— musitó con voz baja, rogando al cielo, no verse ridícula para no darle el gusto a esa mujer que parecía salirle hasta en el agua como fantasma que la persigue.Todos respondieron el saludo, y agradeció, aunque la tipeja puso cara para hacerlo, en fin, fue menos bochornoso a que se qu