No puedo acabar con mi vida a la mala, siento que merezco castigo, pero no puedo caer en lo mismo, no tocaré a esta chica, porque cabe la posibilidad que esté tan loca como Natasha, como puede que sea una prueba, necesito demostrar si merezco realmente tener una mujer y disfrutar del sexo involucran
Una que yo no tengo para recuperarme, eso me da rabia, pero también lo admiro, pues ciertamente me estoy volviendo loca, no sé qué hacer, solo sé que no puedo irme con las manos vacías y quedarme, pero hacer sufrir a Aslan también es muy difícil. Supongo que así se siente un torero al momento de da
Narra AslanMi padre siempre ha sido mi mejor amigo, pero, aunque no sea lo correcto, no puedo dejar de pensar que ahora se ha convertido en una molestia.Él sabe todo lo que he hecho y me ha apoyado incondicionalmente para que me recupere. Una parte de mí quería que me desconociera, o que al menos
Cerré los ojos cuando escuché la voz de la loca que tengo como esposa, que no sé cuándo está arrepentida o cuando anda en modo víbora venenosa.Me volteé. — Pides excusa y no pasa nada para que vuelvas a tomar tu actitud de lunática. Ella sonrió como si yo le dijera un cumplido y por más que lo evi
Narra Ashley.Tenía intención de notificarle a Aslan que estaría fuera de casa todo el día, así que había ido a su gimnasio ya lista para salir, pero al llegar soy testigo de un arranque de malcriadez de un rico al que nada le importa. Destrozó un teléfono celular que cuesta, no sé ni cuántos sueldo
Jessica negó con la cabeza y me miró con una sonrisita de esas que te dicen “no me engañas”— Si lo amara no sintieras horror cuando te toca, al contrario de Aslan, o ¿No fue por esa razón que rompiste el compromiso? Amiga no se puede querer a dos hombres al mismo tiempo.—Jessi deja de decir cosas
Narrador.Aslan miró al pie de la escalera notando como Ashley tambaleaba en el segundo escalón, luchando por mantenerse estable, y con cada loca pisada que Ashley daba la figuró de bruces contra el suelo y se pasó una mano por el cabello con frustración.—¡Ay, Ashley!, Te estás convirtiendo en un t
—¡Joder, Ashley contrólate! — le voceo, pero ella no se detuvo, sino que lo metió dentro. — La silla es eléctrica, se dañará si le cae agua—, eso fue como decirle, por favor abre la ducha, porque el agua helada empezó a mojarlo.—¡Maldición!, creo que lo haces adrede, esta es tu nueva manera de arru