Narrador.Mientras nuestras damas vengadoras, vivían su propia vida, en espera que, de dar, a sus regreso, los pasos para su venganza, y que todo se fueran cumpliendo, en California, un CEO se reunía con sus inversores y sus abogados. Estaba preocupado con la situación de la empresa, las acciones estaban bajando, y no quería hacer una restructuración de personal, porque eso harían cundir aún más el pánico, pero, aunque aún no tenía perdidas, pronto comenzaría a afectar a la parte financiera de la empresa.Decidió guardarle esta al CEO de Nikolaus L.G. Electronic, pensaba cobrárselas, a ser posible trayendo a su cama a esa diosa que ahora era su esposa, quisiera o no quisiera, hacía tiempo que los limites no existían para él, cuando quería algo lo cogía y punto.Pero por ahora lo más importante era salvar su empresa, y había varias opciones sobre la mesa, pero la más destacable era una aumento de la inversión, o incrementar el capital de la empresa. Todos estaban de acuerdo, así que la
Caroline Miller. - “Pero ¿Qué se cree la m*****a rubia?, ¿Quién se cree que es para hablarme y amenazarme?, ¡Maldita sea! me voy a vengar de ellos, de todos ellos.”- la ira me inundaban los poros. - “¿Quieres acabar con ellos?”- una voz masculina me hizo salir de mis pensamiento. Al girarme me encontré con un atractivo hombre castaño, vestidos de Armani, su cuerpo era musculado, no tanto como mi Constantine, pero era bastante atractivo. - “Creo que podemos ayudarnos mutuamente, ambos deseamos lo mismo, que el matrimonio de Nikolaus se rompa, tú por él y yo por ella.”- la ira volvió a mí, no en tendía que tenía esa mujer. - “¿Pero qué demonios tiene esa mujer para que los hombres se vuelvan locos por ella?, ¿Su coño es de oro?”- dije indignada. Él sólo sonrió, me pareció muy atractivo, y cierta parte de mi cuerpo se despertó. Lo deseaba. - “¿Bueno qué tal si hacemos un trato?”- me dijo acercándose a mí, haciendo que mi cuerpo se calentara. - “Bueno depende de lo que me des a cambi
Samary Miré a Vale, ambas sabíamos que con esto estábamos arriesgando muchas cosas, entre ellas nuestros matrimonio, así que decidí que si iba a ser sincera con el hombre que amaba, debía darle pruebas, y todas mis pruebas estaba dentro de esa habitación, y en mi mente. - “¡O todo o nada!, Kayla, siempre estaré contigo, juntas siempre, como cuando empezó todo esto.”- por primera vez Vale me llamó por mi anterior nombre, el que me habían dado mis padres al nacer, el nombre por el que mi padre invirtió su vida, para crear una empresas para que su hija tuviera el lugar donde dejar salir todo lo que su mente prodigiosa, tenía dentro. El hombre que fue asesinado por oponerse a que su hija cometiera el mayor error de sus vida, casándose con un maldito bastardo. No pude evitar que unas lágrimas resbalaran por mis mejillas. - “Gracias, Robin, eso me ayuda mucho.”- dije sentándome en el sillón a la espera que sonara el timbre de la puerta, y nosotras, o más bien yo, tuviera que contarle al
Samary. Me prometí a misma cuando inicié el relato, que no dejaría ver mi dolor, ni el miedo, ni la desilusión. Sólo lo habían contado una vez en mi vida, fue esa noche, en la misma noche que renací, a Valerie, la persona que, como yo, esa fatídica noche, también perdió a alguien, que para ella era muy importante. Sólo yo sabía porque Samary De Angeleis, era tan importante para Valerie, esperaba que hoy, en este día de confesiones, ella se lo confesara también al hombre que amaba, y revelara sus gran secreto, la antigua Samary y yo luchamos para que ella superara ese secreto, que sólo nosotras dos sabíamos. Pero un día, ese maldito día, no solo yo perdí, mi salvadora también cayó derrotada por sus demonios, y decidió acabar con todo su dolor. Valerie fue la tercera víctima de ese fatídico día, no sólo perdió a la única persona que siempre estuvo a su lado, además perdió a la única familia que había conocido. Ese día hubo tanto dolor, tanto miedo, tanta perdida, que por mucho que yo
Valerie. Sabía que Bacon quería hablar conmigo, durante todo el trayecto a la Torre Nikolaus, no dejaba de mirarme, pero no me preguntaba nada, ni siquiera me hablaba, sólo me miraba con esos ojos azules expectantes, esperando que yo hiciera algún gesto que revelara que estaba dispuesta a hablar y aclararlo todo. Pero la verdad no podía, sabía que tenía que hacerlo, para poder seguir adelante ahora que todo se había revelado, pero en mi vida, no mostrar debilidad, ser guerrera, como suele decir mi hombre, era también un escudo de protección, si me mostraba fuerte, no se sabría cual eran mis debilidades. Hablar de ella, de mi antigua amiga, también daría lugar a revelar, mi historia anterior con ella, porqué estábamos tan unidas y, por consiguiente, que me unió a Kayla, la mujer que me ayudo a vengarme de los responsables que hicieron que ella, acabara con su vida. Cuando llegamos a las oficinas principales de Nikolaus, todo cambió en un segundo, fue cuando me di cuenta de la impo
Valerie.Pesé que podría, eludir un poco más la temida conversación que tendré con Bacon, pero tras la cena en el Ático de Samary y Constantine, para concretar como se organizaba todo para el día siguiente, como llegaríamos a la hora de la Junta de accionistas que el padrino de Kayla había solicitado, para dar a conocer al nuevo dueño de la empresa sin que Akon fuera alertado. Lastimosamente no pude librar, desde que terminamos de concertarlo todo, fui, literalmente, secuestrada por mi marido, y cuando digo secuestrada, lo digo tal y como suena.Mientras hablaba con Samary, de lo aterrada que estaba por la conversación que tendría esta noche con mi marido, vi como Bacon se acercaba a mí, haciéndome cambiar rápidamente de conversación. Aunque no sé porque lo hice, ya que, en segundos, sentí como me cogía, cargándome en su hombro. Yo exigí que me bajara, pero ni caso me hizo. Apenas se despedido, me sacó del piso, en esa posición tan vergonzosa, mientras yo lo amenazaba de suerte. Baja
Samary.- “¿Qué crees que les pasó? No lo entiendo, anoche tras hacer el amor, me quedé dormida, y cuando me levanté no estaba, lo llamo y aparece así, lo peor es que no suelta prenda.”- pregunté desde mi asiento sentada al lado de Valerie.Nuestro castigo, a esos dos ejemplos de la fidelidad masculina, por desaparecer a medianoche y venir de una clara evidencias de haber estado en una pelea, fue ignorarlos. Fue idea de Valerie, más puesta que yo sobre el comportamiento humano, en especial el comportamiento masculino, y sus alianzas de silencio.- “Tampoco lo vamos a saber, estos dos no van a soltar prenda, ni el motivo, aguantaran hasta el final, ni que lo torturemos. Lo único que conseguiría algo, no nos interesa ni a ti, ni a mí, porque paso de privarme de los servicios sexuales de mi hombre, porque no se sepa defender de que otro le golpe, en esa bonita cara que tiene.”- dijo Valerie algo alto sobre todo la última parte. De seguro, tanto Bacon como Daimon lo había escuchado desde
Samary.Decididamente cuando Constantine Nikolaus, ejecuta algo lo hace de forma definitiva y de un solo golpe. Esto lo sabe más que nadie, el mal nacido de Akon, y su queridísima nueva amante Caroline Miller.El mismo día que Nikolaus L.G. Electronic tomó posesión de las empresas Donnelly, en sus dependencias se presentaron representantes de la fiscalía de estado de California, para investigar una caso de denuncia contra Akon, puesta por la empresa de seguro que había contratado su anterior pareja recientemente fallecida. La acusación era supuestas sospechas del fraudes al seguro. Además de investigar otras actividades empresariales algo sospechosas, como pudieron ser la desaparición de parte del capital inicial de la empresa, para ser usado por Nicole Courcel, usando un nombre falso, para adquirir con ellos, la propiedades privadas que eran de Akon, heredados tras el fallecimiento, también sospechoso, dado las recientes pruebas encontradas en el ordenador de Nicole, donde al parecer