—Creo que ya será suficiente con que Cecilia y yo vayamos a ayudar.—dijo Serenity sonriendo.

El local que alquilaba su hermana no era tan grande, así que si había demasiada gente ayudando allí, además de los clientes, el lugar parecería abarrotado.

Mientras los dos hablaban, entraron dos, no, tres personas.

Uno de ellos era Noah Hunt, el primo más joven de Serenity. Él fue quien detuvo el coche de Serenity en mitad de la noche el año pasado, tratando de darle una lección a Serenity pero, en lugar de eso, su prima lo envió a la comisaría.

Tras ser detenido durante quince días y puesto en libertad, Noah no se arrepintió, sino que odió a Serenity con pasión.

Abandonó sus estudios y no quiso volver a la escuela. Sus padres le mimaban y pensaban que sus notas no eran lo bastante buenas para entrar en una buena universidad, así que le dejaron ir si no quería ir a la escuela.

Cuando dejó la escuela y se quedó en casa, Noah no tenía nada que hacer en todo el día, salvo jugar a videojuegos.

La