“Zachary no es alguien con quien pueda lidiar. Intenta hacer que lo supere. No ves a otras mujeres jóvenes merodeando por Zachary además de su familia. Es un hombre sin corazón. ¿Por qué Elisa no puede entrar en razón?”.

Clive se dio por vencido con su hermana.

“Estoy muy ocupado para lidiar con ella ahora. Cariño, dejaré a Elisa en tus manos”.

“Continua con tu trabajo. Recogeré a Elisa ahora y la llevaré de compras con Mamá. Mamá se ha sentido deprimida últimamente”.

La esposa de Clive, Alice, tenía una gran relación con su suegra. Al ver que su suegra se sentía triste, Alice la convenció para que saliera y tomara un poco de sol. Un poco de terapia de compras podría hacer bien.

Clive se quedó en silencio.

Sabía la razón detrás de la melancolía de su madre. No había noticias de su tía. Era la única cosa que Mamá nunca podía dejar de hablar.

La madre de Clive, Audrey, creció en un orfanato. Sus padres fallecieron cuando Audrey era joven, sobrevivieron Audrey y su hermana, que era