La tranquilidad volvió a la sala. A medida que la noche se hacía más profunda, la ciudad pasaba de animada a tranquila.

El día siguiente, en Lush Vista Villas.

Un Maybach se detuvo frente a la villa privada de Luna, y a continuación Kevin salió del coche.

Hoy no sólo llevaba un ramo de flores, sino también varias bolsas delicadas.

Se dirigió a la entrada del chalet y llamó al timbre.

Al cabo de un rato, el mayordomo salió a abrir la puerta, y cuando vio que era Kevin, sonrió y le saludó: —Señor Kevin, buenos días, el señor Lucas aún no se ha despertado.

Luna volvió muy tarde anoche.

Pero regresaba a casa tarde casi todas las noches porque estaba ocupada con su trabajo.

Luna fue el centro de atención del banquete de anoche.

No permaneció demasiado tiempo en la mansión Paredes, saludando a unos socios conocidos y hablando de negocios durante una media hora más o menos antes de marcharse con Kevin y su guardaespaldas.

En cuanto llegó a la mansión Díaz, volvió a ponerse ropa de hombre. Aho