Sonny inmediatamente negó con la cabeza: —No lo quiero. No vuelvo contigo. Mi madre me enviará al jardín de infantes.

Serenity no sabía qué responder.

De manera juguetona, Serenity le recordó a su sobrino: —Hoy es sábado, así que no necesitas ir al jardín de infantes. Dime, ¿cuánto no quieres ir a la escuela?

—Estabas tan contento cuando fuiste por primera vez al jardín de infantes. ¿Y ahora, apenas llevas un mes y ya no te gusta?

Sonny hizo un puchero y susurró: —No es que no me guste, simplemente creo que es más divertido estar en casa.

—Si tu madre lo escucha, volverá a regañarte. Pero, necesitas estudiar mucho en la escuela, y cuando estás de vacaciones, puedes jugar sin preocupación.

Sonny bajó la cabeza y respondió en voz baja: —Tía Serenity, lo sé. Mi madre me lo ha dicho. En la escuela, estudiaré mucho y seré mejor que Grant. Y cuando estoy de vacaciones, simplemente me divertiré.

—Tía, ¿me llevarás a visitar a Grant durante las vacaciones largas?

Preguntó Sonny, extrañando a s