Liberty siguió con su búsqueda de trabajo.

Serenity llevó a su sobrino a su tienda.

Jasmine adoraba a Sonny y era la que más jugaba con él, dejando que Serenity se centrara en sus artesanías.

Iba a hacer algunos sombreros y accesorios para el cabello estilo retro para venderlos por Internet y ver cómo iban las ventas. Si le iba bien, abriría otra tienda en línea.

Desde que el comercio electrónico se consolidó, el negocio de las tiendas físicas estaba en decadencia.

Si la tienda en línea tenía éxito, Serenity abriría otra con mucho gusto.

Cuando llegó el mediodía, Jasmine le preguntó a su amiga: “Seren, ¿vas a recoger a tu marido para que almuerce con nosotras hoy? Tengo marisco fresco en casa. Tengamos un festín de mariscos para el almuerzo. Si el Señor York quiere acompañarnos, tengo bastante”.

Jasmine preguntó antes de ponerse a cocinar, no fuera a ser que preparara demasiado poco para que todos comieran.

“Aunque lo llame, no vendrá. Jasmine, Zachary y yo no nos estamos habla