—Seleccioné especialmente esta falda hermosa para ti, pero te niegas a ponértela. Incluso si te la pongas unos minutos para que pueda ver tu apariencia cuando usas ropa de mujer.

Kevin le devolvió la ropa que Lucas se había quitado antes de nadar y le dijo: —Ve y cámbiate, no te resfríes.

Lucas tomó su ropa con el rostro oscuro, regresó al vestidor de mujeres y cerró la puerta de golpe.

Aunque Lucas estaba enojada, también entendió que Kevin abrió la puerta de repente porque había estornudado hacía un momento y le preocupaba que se enfermara.

De vez en cuando, Lucas podía estaba muy enojada por lo que hizo Kevin. Pero Lucas tenía que admitir que cuando él se preocupaba por ella, era como un rayo de sol brillando sobre ella, haciéndola sentir cálida.

Lucas tardaría un poco más en volver a verse como un hombre.

Kevin, que ya se había cambiado de ropa, estaba recostado en el sillón junto a la piscina, mirando las estrellas: «Aunque no puedo ver a Lucas usando falda, no es en vano. Al meno