"Sí lo terminé, pero la Señorita Stone lo vio y le encantó cuando vino a visitarme. Pensé que como vivimos juntos, puedo hacerte otro en cualquier momento".

Con una expresión enfurecida, Zachary le dedicó una mirada penetrante.

Serenity preguntó cuidadosamente: "¿Estás enfadado, Señor York?".

Zachary frunció el ceño y habló con un tono frío: "¿Cómo no voy a estar enfadado si le diste algo que era para mí a otra persona sin mi permiso?".

Peor aún, ¡Serenity se lo dio a Elisa!

¿Sabía Serenity que Elisa estaba tratando de conquistar a su esposo? ¿Cómo pudo regalarle su gato de la suerta a su rival amoroso?

¡Qué generosa de su parte!

Serenity dejó de mirar el teléfono. Sosteniendo su plato de macarrones con queso, se dirigió hacia Zachary mientras comía. Se sentó al lado de Zachary y le dijo cariñosamente: "Lo siento, Señor York. Es mi culpa. Te lo compensaré mañana. No te enfades".

Zachary la fulminó con la mirada.

Sus labios estaban apretados con fuerza.

Como Zachary n