Capítulo 1293
—Isabela, ocúpate de tus asuntos con señor York, yo vigilaré la tienda.

La dependienta sonrió y vio cómo Isabela seguía a Callum fuera de la floristería.

Callum esperó a Isabela en el coche. Ella se movía como pez en el agua en un entorno tan familiar que nadie se daría cuenta de que era ciega.

No era la primera vez que Isabela tomaba el coche de Callum y, con facilidad, se acomodó en el asiento del copiloto, se sentó, apartó su bastón y se abrochó el cinturón de seguridad.

No se sentó en el asiento trasero del coche, no porque no quisiera, pero Callum no se lo permitió. Dijo que el hecho de que ella se sentara atrás demostraba que le trataba como a su chófer.

Isabela no se atrevía a utilizar al segundo hijo de la familia York como chófer, así que tenía que sentarse en el asiento del copiloto.

Este asiento era peligroso.

Menos mal que Callum era un conductor prudente y no corría carreras. Ella no se asustaría demasiado sentada en su coche.

—¿A dónde vamos a cenar?

Preguntó Callum mient
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