Tensando los músculos faciales, Zachary lanzó una mirada de advertencia a Serenity.

"Señor York". Serenity le preguntó: "¿Puedo besarte?".

Zachary se sintió perplejo.

¿No tenía vergüenza?

Llegó al extremo de hacerle ese tipo de pregunta a un hombre.

"Tu sonrisa es preciosa. Me deja sin aliento. Solo quiero abrazarte y hacer lo que quiera contigo".

"Serenity, eres muy atrevida".

"Me puedes plantar un beso aquí si quieres".

Serenity se golpeó la cara con una sonrisa mientras Zachary hacía una mueca de dolor.

"Solo dije eso porque estamos casados. Quiero decir, estamos casados a los ojos de la ley, así que no es un crimen besarte".

Con Zachary retrocediendo unos pasos, Serenity estalló en carcajadas ante su instinto de huida.

Zachary perdió los estribos.

Bueno, ella tenía la culpa de su reacción. La última vez incluso le tocó la cara de la nada.

Cuando sus carcajadas lo llevaron al límite, Zachary se acercó de repente y agarró a la sonriente muchacha para tomarla