Ánsar Ramírez se quedó perplejo. ¿Acaso Polo Juárez había perdido la memoria?

Pero hacía un momento lo había visto atento y servicial junto a Lucía, no parecía ser el caso...

Miró a Lucía y sonrió suavemente, —¿Quién ha perdido la memoria?

—Es mi amiga...

Reflexionó Lucía por un momento, —Bueno, en realidad no somos amigas, es alguien que le gusta a mi amigo.

—Es la otra hija de la familia Alonso, Valentina Alonso.

—¿Qué?—, frunció el ceño Ánsar Ramírez.

Ese asunto había estado en boca de todos últimamente. Había escuchado hablar de eso pero no le había dado mucha importancia.

Los asuntos que no estaban relacionados con Lucía no le importaban, y menos aún los de la familia Alonso.

¡Ya estaba harto de Serena Alonso!

—Lucía—, dijo seriamente, —¿cómo te has acercado tanto a la familia Alonso? Si tienen otra hija, eso es asunto de ellos, ¿por qué te preocupas tanto?

—No es que me haya acercado a la familia Alonso, es que... esta Valentina realmente le gusta a mi amigo, ¡quiero ayudarlos!

—