"Es mi primera vez como jefa", susurró Lucía con voz suave, "¡si tienen alguna sugerencia o crítica, les agradecería que me la hagan saber!"

Polo aprovechó la oportunidad para rodearla con su brazo, "Hay algunos socios allí, ¡permíteme presentártelos!"

Ambos se alejaron mientras las personas a su alrededor se dispersaban, dejando solo a Serena parada allí desaliñada.

La señora Alonso dio dos pasos y se volvió, "¡¿Por qué sigues parada ahí? ¿No te avergüenzas lo suficiente?!"

Serena se sentía resentida y agraviada, arrastrando los pies siguiendo a la señora Alonso, saliendo rápidamente del salón de banquetes.

...

"Así fue más o menos cómo fue la situación en el banquete", informó Rafael a Ánsar.

Ánsar estaba parado frente a la ventana francesa de la sala de estar. Esta era su residencia privada en la ciudad central, muy cerca de Nyisrenda.

"Nuestra Lucía es realmente increíble, no necesita ayuda de nadie. ¡Pudo lidiar con Serena Alonso por sí misma!" Rafael elogió sin cesar.

Ánsar curvó