Polo le dio un vistazo, y esta pregunta había estado en su mente durante mucho tiempo.Pero lo más extraño para él era que los dos tenían buena enérgía física incluso entre los hombres, y ahora no podían seguir el ritmo de estas dos mujercitas, y estaban casi caídose por cansancio.Parecía que debería darle un puequeño castigo a ella.—Oye, ¿de qué te ríes?—Teo se agitó la mano frente a sus ojos.Polo volvió a él, contuvo su sonrisa y mostró su semblante habitual con frialdad.—Teo—Polo dijo con voz tranquila, —¿Alguna vez has pensado en volver al camino correcto?Teo estaba atónito y su expresión se complicó.—Aunque ahora estás con Lynn, y ella también puede aceptarte, tienes que pensar con claridad. Pasas los días arriesgando la vida. Tienes poder y seguidores, pero también tienes enemigos.—La última vez que estuve en ese hotel por casualidad... —Polo lo miró significativamente, —Si algo similar vuelve a suceder, ¿habrá tal casualidad?—Si algo te vuelve a suceder, ¿qué felicidad t
—Oye, no digas así.—Teo siguió sus palabras,—Le cuesta conseguir una mujer, por lo que tiene que vigilarla bien...—No pasa nada rascarse—La voz de un vendedor de repente vino de un lado,—¡Tengo medicina aquí, especial con la que me aseguro de que no haya cicatrices!Teo y Lynn no pudieron reír a carcajadas.Lucía se sintió atraída por la delicada botella de medicina, la cogió y la miró. El embalaje era muy retro. Con una botella pequeña, era ligero al sostenerla en la mano.Fue la primera vez que vio una botella de medicina que se hizo como una artesanía.El vendedor con malos oídos sonrió y le dijo: —Señorita, ¿quiere comprar una? Esto es de la farmacéutica Ánsar Estrella, y se ha sido vendido durante más de diez años. ¡Me aseguro que no engaño a nadie!—¿La farmacéutica Ánsar Estrella?—Sí, ¡la farmacéutica de la familia de Ramírez!Polo estaba atónito y frunció el ceño ligeramente.La Ciudad de Puerto estaba muy cerca de la zona austral. ¿Sería la familia Ramírez de la zona austral
Los dos hombres gritaron al unísono: —¡No!Por supuesto, las objeciones no eran válidas.Después de todo, las consecuencias de hacer enojar a la esposa eran más graves que acostarse con amigo.Más tarde, cuando Teo regresó al hotel apático con las bolsas, abrió la puerta y vio la cama grande y suave en la habitación cuidadosamente seleccionada...¡Simplemente no podía soportarlo!En contraste, Polo estaba mucho más tranquilo. Se quitó el abrigo en silencio, sacó una botella de vino tinto del aparador, agregó hielo y luego lo agitó lentamente. —Polo, lo quieras o no, ¡debemos unirnos!—Teo apretó los dientes.—A partir de mañana, controlamos a las mujers a cada una para no dejar que se reúnan nuevamente. ¿Entiendes?Teo se acostó en la cama, y estaba tan enojado que quería hacer un agujero en ella para expresar su ira.Polo sonrió suavemente. miró al paisaje nocturno fuera de la ventana y poco después se volvió hosco.La familia Ramírez de la zona austral.Ánsar Ramírez y la farmacéutic
—Lucí—Polo pensó por un momento y le dijo, —A partir de mañana... voy a entrenar.Lucía estaba atónita, —¿Vuelves a competir?—Sí —Murmuró—, Esta vez tal vez quedo unos días más.Lucía estaba un poco sombría.Sin embargo, dado que era la carrera que le gustaba, ella definitivamente le apoyaría por completo.Polo se acercó, envolvió suavemente sus brazos alrededor de su cintura, enterró su rostro en su cuello y olisqueó profundamente su fragancia.—Cariño, ¿recuerdas los movimientos que te enseñé antes? Lucía se giró los ojos, no pensó mucho, siguió sus palabras y dijo:—Sí, recuerdo.Polo sonrió malvadamente, —¿Cuánto recuerdas?Lucía hizo un gesto muy simple: —Si alguien me ataca desde el frente, hago eso... Si alguien viene por detrás, hago eso...Cuando le tocó la muñeca, ¡él la abrazó aún más fuerte!Polo tenía tanta fuerza que no podía liberarse y su carita se puso roja de repente.—Cariño...—¡Ah!Polo de repente la levantó y la llevó a la cama del dormitorio.Solo entonces Lucía
Polo se puso serio y mantuvo en silencio.El aire pareció congelarse y Domingo lo miró fijamente.Volvió a preguntar en un tono agravado: —¿Quién es Lucía García?—Es mi esposa.¡Domingo levantó la mano de repente!El juego de té se rompió a pedazos con un estampido.Polo apretó los puños y las venas azules en el dorso de sus manos sobresalieron.Domingo preguntó bruscamente: —¿Cuándo te casaste y tuviste a esta mujer?—Si no hubiera detenido esta declaración esta vez, ¡realmente estarías planeando regalar a los demás la mitad del poder de la familia Juárez!El mayordomo y los sirvientes, que estaban afuera de la puerta, ni siquiera se atrevieron a respirar cuando escucharon el movimiento adentro.Incluso Omar estaba atónito.Domingo siempre mantenía tranquilo y se contenía bien. Rara vez había momentos en los que estuvo tan enojado.Pero hoy, los dos, el abuelo y el nieto eran como dos leones machos que se peleaban. Solo el sonido hacía la gente tener miedo, y mucho menos las acercaba
—La Ciudad Central es tan grande que siempre hay un lugar para ella. —Domingo apretó la muleta de dargón,—Encuéntrale un lugar para vivir. Cuando te cases en el futuro, también puedes ir a verla varias veces al mes.—¡Siempre que se mantenga a sí misma y no cause problemas, puede quedar cerca de ti!Polo estaba atónito y sonrió fríamente durante mucho tiempo, —¿Resulta que quieres que sea una concubina para mí?—Este tipo de mujer, ¡ha sido apreciado demasiado ser tu cuncubina!El corazón de Polo tembló ferozmente.—¡Eso es imposible!—Su voz era feroz, —¡Nunca dejaré que sufra tales agravios!—Entonces, ¿qué quieres hacer? ¿Casarte con ella? —Domingo dijo bruscamente—, ¡Veo que has sido endemoniado!Domingo jadeó, se volvió para mirar por la ventana y se cubrió el corazón.—Polo, rómpete rápidamente con ella! Aunque no quieres casarte con Serena Alonso, ¡puedes elegir una de las otras tres familias principales como esposa!—He dicho, ¡no quiero a nadie excepto a Lucía en esta vida!—¿D
Polo se paró. Su sombra era alto e indiferente.Giró la cabeza y miró fijamente a Serena. En sus ojos fríos se mostró un toque de burla.—¿Matrimonio?—¿Señorita Alonso, cuándo tenemos un matrimonio?Serena se sorprendió y abrió bien sus ojos.—El matrimonio que entiendo es el con base en la voluntad de ambas partes. ¡Qué lástima que creo que no tenemos la base!—Polo, tú...—Será mejor que me llames Señor Juárez —Polo sonrió confrialad—. Señorita Alonso, ¡no estamos tan familiarizados que puedes llamarme por mi apodo!Al decirlo, simplemente se dio la vuelta rápida y claramente, dejando a Serena sola en el lugar.Su espalda desapareció gradualmente de su vista.Serena apretó los dientes. Sus dos manos agarraron con fuerza el dobladillo de su falda y su corazón era agobiado como por una gran roca.Respiró hondo, se calmó un poco y entró en el estudio.Domingo también tenía muy mala cara.Serena vio el juego de té roto en el suelo y la muleta de dragón vertida a un lado.Con solo mirar
Hubo silencio al otro lado del teléfono.Por un momento, la voz suave y pegajosa de la mujercita llegó a sus oídos.—Yo también te amo.El corazón de Lucía latía con fuerza. Sus mejillas era rojas como febriles y rápidamente colgó la llamada después de hablar.Apretó su celular por un momento y se rio suavemente.Llvaban tantos años casados, y parecía que los dos nunca habían dicho oficialmente "Te amo."Lucía se estiró, sintiéndose bien como si estuviera en las nubes. La figura de ese hombre definitivamente volvería a aparecer en su sueño esta noche.Después de colgar el teléfono, Polo estaba a punto de dejar que Omar condujera para recogerlo, pero escuchó un sonido detrás de él.—¿Es esa señorita García?Su corazón se apretó, y se dio la vuelta bruscamente. Una luz fría apareció debajo de sus ojos.—¿Por qué sigues aquí?—Polo... —Serena hizo una pausa y luego cambió sus palabras—, Señor Juárez, no es una solución seguir así con la señorita García.La cara de Polo estaba sombría, —¡M