EIGHT

MAYO

"Tienes que estar bromeando", murmuró Edmond, leyendo las líneas por tercera vez consecutiva. Yo también estaba irritada con la aplicación, pero la reacción de Edmond al compartir la misma cama me hizo reflexionar. Leí la notificación; solo daba una sugerencia. Y si cumplíamos con ella, recibiríamos el diez por ciento del dinero que nos confiscaron. No nos pedían sexo, así que no me importó, pero este hombre tenía mucho que decir. Murmuró un montón de tonterías, muchas de las cuales no pude descifrar, pero me hizo preguntarme cómo demonios encajaba con este hombre-niño. Luché con todas mis fuerzas por no pensar en eso, pero mi mente funcionaba de otra manera.

"Pareces repelida ante la idea de que compartamos la cama conmigo. ¿Y si nos pidieran sexo?"

Edmond frunció el ceño. "¿Sexo contigo?", se le escapó una risa ahogada. "Eres graciosa".

Ah, no lo hizo. No quería admitirlo, pero me dolía. No era lo que se llamaría un símbolo sexual, pero si me maquillaba y lanzaba miradas sensua
Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP