Sintiéndose señalada y reprendida por una multitud, Blanca no pudo soportar tal humillación, y dirigió una mirada suplicante hacia Elena, que estaba en el segundo piso disfrutando del espectáculo.

Lucas siguió su mirada y también miró hacia arriba.

La mirada gélida de Lucas chocó con los ojos de Elena en el aire.

Elena no pudo evitar maldecir a Blanca en su corazón. "Verdaderamente es una tonta, en un momento así, incluso se ha arrastrado a sí misma en esto. Si hubiera sabido, no habría confiado en las palabras de esta estúpida mujer".

Elena, con el rostro inexpresivo, asintió a Lucas y bajó lentamente.

Aunque la escena estaba alborotada, estos asuntos parecían no haber llegado a los ojos de Elena; cada movimiento suyo seguía siendo tan elegante y noble.

Al ver a Elena aparecer, la gente poco a poco se calmó.

Desde que Blanca llegó al lugar, había estado diciendo por todas partes que era la prima lejana de Elena y que se llevaban muy bien. De no ser por eso, con su estatus desconocido