Capítulo 358
Al oír la voz de Lucío, Javier salió corriendo de la cocina.

—Papá Lucío, estoy bien, estoy perfectamente.

Lucío recogió al pequeño en sus brazos, inspeccionándolo cuidadosamente, su corazón se tranquilizó al ver que no había sufrido más que algunas rozaduras.

—Bien, bien, veo que estás bien.

Lucío dejó a Javier con cuidado, echando un vistazo a la habitación.

—¿Dónde está tu mamá?

—Mamá está en la cocina.

Javier señaló la dirección y regresó al sofá para ver su programa de televisión.

El rostro de Lucío se oscureció un poco, después de cambiar sus zapatos, entró a la cocina.

—Ana, ¿fue Lucas quien salvó a Javier hoy?

La mano de Ana, que estaba cortando verduras, se detuvo.

—Sí, fue él.

La cara de Lucío se oscureció un poco más. Después de ver los videos en internet, su mayor preocupación fue la seguridad del pequeño. No fue hasta que supo que Javier estaba a salvo, que se enteró de que el salvador había sido Lucas.

Esto mantuvo a Lucío inquieto en su camino a casa. Después de to
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